ALBERTO SANCHEZ Y EL INDIGENISMO

Durante los primeros meses de 1927, en la revista Mundial de Lima se publicó una serie de artículos sobre el Indigenismo en las letras y vida social del país. A esto se llamó la "Polémica del Indigenismo", y en ella estuvieron implicados José Carlos Mariátegui y Luis Alberto Sánchez (LAS), además de autores como José Ángel Escalante, Atenor Orrego, Enrique López Albujar y Luis E. Valcárcel.

La mencionada polémica se inició con un artículo de Sánchez titulado "Batiburrillo Indigenista", que fue respondido por Mariátegui- que se sintió aludido- con "Intermezzo Polémico". En tanto, el real detonante de la mencionada polémica, por lo provocador y crítico de las "estereotipadas visiones del indigenismo costeño", fue el artículo "Nosotros los Indios", de Escalante, texto que Sánchez tomaría para hacerle resonancia.

A Sánchez puede atribuirsele un valor fundacional, ya que fue el primero en incorporar la literatura prehispánica en la historia de la literatura peruana. Pues, con los defectos residuales del colonialismo intelectual eurocéntrico, Mariategui la habia dividido solo en tres períodos: colonial, cosmopolita y nacional.

El método historicista y socioliterario de Sánchez le había hecho ver la literatura más ligada a sus formas de expresión oral y escrita. Influenciado por Ricardo Rojas,que había recomendado que el "estudio completo de una literatura debería abarcar todo el logos del hombre, desde el Folklore hasta el Parnaso, desde el arte del rústico hasta el del culto", y, como lo sugiere en el prólogo a La musique des Incas et ses survivances, de los D'Harcourt, después de la lectura de dicho libro tuvo que revisar sus puntos de partida, extendiendo sus estudios hacia el pasado prehispánico, resultado de ello el capítulo sobre "Literatura aborigen", que integra el primer tomo de su Literatura peruana, publicado en 1928.

Sánchez sugirió llamar a dicho período genuino o primordial, trabajó con testimonios meramente folclóricos y etnológicos, de literatura oral. Tomando en primer lugar, testimonios más antiguos, de españoles, mestizos e indios, como el de Guaman Poma y el Inca Garcilaso. En tanto, otras de sus motivaciones fueron sus discusiones en torno al indigenismo, durante la "polémica", y el auge del quechuismo y el aimarismo suscitado durante los años previos a la publicación de su libro.

En la época de la polémica, Sánchez ya era colaborador de las revistas Mundial y Amauta, pero era aún un intelectual "puro", que vivia al margen de la militancia política, pues, recién cuatro años más tarde se inscribirá en el Partido Aprista Peruano. Tal vez por ello se puede hablar de una evolución en sus observaciones en tomo al indigenismo, a cuyas tesis consideraba como "funestas desviaciones, debido al afán de calcar nacionalismos exóticos", e ideas que no terminaban de desprenderse de su patrón colonialista, entre un indianismo ingenuo y pintoresco, y el indigenismo, rebelde y lírico.

Buscaba una salida intercultural al asunto, pues no creia que en el Perú hubiese posibilidades de indigenismo ni de españolismo, planteando el mestizaje como factor aglutinante, en el "totalismo", y como una posibilidad eficaz para dirigir nuestros pasos y prédicas hacia la integración nacional, como una doctrina para superar los males de la patria.

Tenía 26 años cuando se dio la polémica y aún estaba influido por las reflexiones antropológicas de sus maestros novecentistas, y al abordar el problema del indio parecia alivianarlo, como si solamente se tratara de un problema racial, y hasta educacional, restringiendo la amplitud del problema a un pleito entre indios, mestizos o blancos,-es decir, sus equivalentes ideológicos. Lo que debería ser superado en pos de un totalismo de aceptación y armonía interétnica.

Y, al dejar de lado los condicionamientos económicos ligados con los estados de servidumbre, explotación y olvido al que están sometidas las masas indígenas, en tanto problema económico y social, olvidando los presupuestos de uno de sus mentores, Manuel González Prada, el precursor de esta "nueva conciencia" quien al escribir en un breve ensayo llamado Nuestros Indios, incluido en Horas de Lucha, dijo: "La cuestión del indio, más que pedagógica, es económica, es social."

Algo que reconocerá tiempo después, en el prólogo a la primera edición de su Balance y Liquidación del Novecientos, de 1939, donde escribirá que en realidad las distancias entre Mariátegui y él no eran tantas: "Otras peripecias mentales me pusieron frente a lo social. Aún pervivía en mí el dejo de las enseñanzas arielistas en lo que se refiere al problema del indio, por lo que sostuve dura polémica con José Carlos Mariategui"

Para 1932, sus ideas habían variado un poco, pues su apego a González Prada, los desencuentros polémicos con Mariátegui y su cercania con Victor Raul Haya de la Torre habían incidido en sus razonamientos políticos, ocasionándole en 1931, un cambio considerable en su vida. Pues de ser un intelectual nato, acostumbrado a los discursos de los cenáculos y los claustros universitarios, Sánchez asumió el compromiso político y el voto militante afiliándose al recientemente al formado Partido Aprista Peruano, y quizá influido por la doctrina de éste, sus ideas cambiarán mucho, lo que puede notarse en torno de sus escritos posteriores.

Y, tal vez si no remontamos a los años en que se realizó dicha polémica, entenderemos que estos debates se siguen deteniendo en los mismos tópicos de entonces. Es decir, entre indigenistas que ven el racismo como algo estructural que se manifiesta en todas partes, y los partidarios de la choledad o el mestizaje. que. como forma de negar un racismo supérstite, vía un nuevo pretexto homogenizador, prentenden ocultar la heterogeneidad, en un proyecto de hibridación, que vía la bandera de lo cholo, parece está encubriendo el vértigo o pánico a la diversidad característica a nuestro país.

Publicado en el semanario “Debate” el lunes 30 de Marzo de 2009

 

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TRIUNFO PERUANO EN MÉXICO

Claudia Llosa y Magali Solier repiten el plato de Berlín. La película peruana La Teta Asustada fue galardonada con el premio al Mejor largometraje Iberoamericano 24º edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG),en el oeste de México.

El filme del Perú, dirigido por Claudia Llosa y que derrotó a la española Camino de Javier Fesser, y la cubana El cuerno de la Abundancia, de Juan Carlos Tabío, entre otras, se llevó también el Premio a Mejor Actriz Iberoamericana, Magaly Solier.

Los galardones del certamen cinematográfico de esta ciudad del occidente de México fueron anunciados por el director mexicano Arturo Ripstein y entregados en una gala especial.

El reconocimiento de para el Mejor Director deIberoamericano racayó en la española Chus Gutierrez, con Retorno a Hansala, que también se llevó la distinción al guión.

En el capítulo interpretativo, además de Solier, fue premiado Andrés Parra, por la película colombiana La Pasión de Gabriel.

Camino logró el premio a la Mejor Fotografía Iberoamericana, que cayó en manos de Alex Catalán.

Tras conocer, pertrechada entre el público asistente al acto, el resultado de la liberación del jurado, además de lanzar un espontáneo alarido de alegría, la peruana Claudia Llosa se mostró sorprendida por el premio, valorado en 20 mil dolares, y contenta por lo que representaba para su país.

"No lo esperaba, hay muy buenas producciones, no solo de México sino de otros países. Es un gran reconocimiento al Cine que se hace en el Perú. Puede ser un buen detonante para que haya m´sa Cine en mi país", comentó optimista.

De este modo, Claudia Llosa se hizo merecedora del Mayahuel, premio del FICG y que representa a la diosa prehispánica azteca del maguey, que simboliza la fertilidad y también la embriaguez.

Objetivos

El director del certamen, Jorge Sánchez, consideró que la organización alcanzó en esta edición los objetivos marcados.

"En cada edición, el Festival de Guadalajara tiene mejor nivel, más personalidades y se amplia el mercado", algo que se refleja en cantidad de asistentes, que el año pasado fue de 67 mil espectadores y este año de 125mil.

Además, el certamen distinguió al director serbio Emir Kusturica y al actor mexicano Gael García Bernal por su trayectoria cinematográfica.

Publicado en diario “El Peruano” el lunes 20 de Abril de 2009