LA DEMANDA DE LA VOZ
Hoy y el próximo domingo, en el Teatro Real de Madrid, el tenor peruano Juan Diego Flores ofrece dos recitales que, según sus propias declaraciones son los más fáciles que ha hecho en su carrera.
Estas presentaciones, que realiza acompañado por el pianista Vicenzo Scalera y con un repertorio en el que destacan distintas arias de Rossini, son las que el tenor ofreció al Teatro Real a cambio de cancelar su compromiso de interpretar Rigoletto de Verdi. "Es una ópera que he cantado dos veces, pero tiene una tesitura un poco baja para mi voz. Me sacaría de carril y después me costaría cantar mi repertorio habitual. Lo que voy a cantar es mil veces difícil", aseguró Flores durante la presentación de sus recitales.
"La voz va cambiando, pierde flexibilidad y se asienta en otros registros. Más que en una evolución es una involución. Cuando uno cambia de repertorio es porque ya no puede con el que hace. No se va de menos a más, sino de más a menos"
Juan Diego, sin embargo confía en que por muchos años pueda seguir con su repertorio actual, por que es lo que se apasiona en realidad. Cuenta también que no tiene temor de quemar su voz, aunque no olvida nunca que "las cuerdas vocales son dos membranas pequeñisimas" y que hay que cuidarse "sin obsecionarse".
Por ahora, tiene entre sus proyectos grabar un disco en arias sacras, el que probablemente incluya una composición propia, y volver al Real el próximo año con I Puritani, de Bellini en formato de concierto.
Publicado en el diario “El Peruano” el martes 02 de Junio de 2009
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DE SZYZLO SE RECUPERA
El reconocido pintor peruano Fernando de Szyzlo se recupera en una clínica del distrito de Jesús María de una súbita pérdida de glucosa y será dado de alta en tres o cuatro días.
Su esposa, Liliana de Szyzlo, refirió que el artista presentó en la madrugada dificultades para hablar, por lo que los médicos sospecharon un posible infarto cerebral. El artista plástico fue trasladado de emergencia hasta dicho nosocomio.
El infarto fue confirma por los análisis respectivos. No obstante, sí se detectó una brusca disminución en sus niveles de glucosa, por lo que fue tratado en la sala de cuidados intermedios y luego trasladado hasta la habitación 217, explicó su esposa.
Trayectoria del Artista
Fernando de Szyzlo nació en Barranco en 1925. En 1951, introdujo el abstraccionismo en el Perú y también ejerció la docencia de diversas universidades. Es considerado uno de los más grandes artistas peruanos contemporáneos.
Se formó en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Católica. A los 24 años viajo a Europa, donde estudió las obras de los grandes maestros, en particular de Rembrant, Tizano y Tintoretto. Asimismo, absorbió las corrientes vanguardistas. como el cubismo, surrealismo, informalismo y abstraccionismo.
Hasta su regreso al Perú, de Szyzlo se convirtió en una de las mayores fuerzas en la renovación artística de su país, mediante la expresión de temáticas peruanas en un estilo no representacional.
El artista identificó las conexiones de las antiguas culturas con el lenguaje moderno. Por ello, su arte bebe de diversas fuentes, desde la filosofía y la ciencia hasta la literatura. Sus alusiones evocadoras a rituales, mitos y la geografía de mares y desiertos se asocian a menudo con las civilizaciones precolombinas.
Desde su primera exposición em solitario (Lima, 1947). De Szyzlo ha celebrado más de 100 exposiciones individuales en museos y galerias de América Latina, Europa y Estados Unidos. De igual modo, ha participado en las prestigiosas bienales internacionales de Sao Paolo y Venecia.
Publicado en el diario “El Peruano” el martes 21 de mayo de 2009
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EL CANTO DEL CHILALO
Ahora comprende que su abuelo paterno fue un sabio. No obstante su vida holgada, él prefirió enviarlo a los campos piuranos para que mientras sembraba yuca y cosechaba arroz, valorara el respeto y la honradez. Junto a los agricultores, el niño Carlos Espinoza León descubrió historias y costumbres populares de las que no ha podido distanciarse.
"El contacto me identificó con los los quehaceres cotidianos y la luchas sociales de los campesinos de Chulucanas. Cuando me hablaban de tiempos en que los gamonales les hacian trabajar sin pagarles, esta realidad despertó un sentimiento afectivo hacia ellos, quienes me enseñaron dichos, tradiciones, cantos, cumananas y costumbres", comenta.
Al regresar de la faena agrícola, su abuelo era su otra fuente de historias populares. "Antes se daba importancia a que los nietos vivieran con ellos, que eran considerados los maestros de la familia". Aprendió también de los arrieros que le pedian posada y, por la noche, compartían historias fantásticas. "Cuando ellos conversaban con mi abuelo, yo los escuchaba. y me nutría. En 1950, apenas tenía 9 años."
Despertar Literario
Su pasión por recopilar historias y practicar la cacería lo motivó a recorre, junto con sus amigos adolescentes, la costa y la sierra piuranas. Debido a su ausencia prolongada de las aulas, desaprobó durante dos años. Entonces,obedeciendo los consejos de sus amigos, su abuelo lo envió a culminar sus estudios secundarios en Lima, al colegio de Aplicación San Marcos.
"La educación era diferente, por que nos obligaban a leer una obra literaria por semana. También se organizaban concursos internos e interescolares, en los que participaba con poesia costumbrista. A uno de mis profesores le gusto mucho. Un dia, nos sentó a veinte alumnos y escribió siete palabras en la pizarra para que escribieramos una composición. Cuando vió mi trabajo reconoció mis aptitudes".
Al regresar a su tierra natal, Chulucanas conoció a una persona mayor, quien se convirtió en su nueva fuente. En 1972, animado por uno de sus profesores, participó en los III Juegos Florales Universitarios, convocados por la Universidad de Piura. "Fuí la última persona en presentar mi novela, Froilán Alama el Bandolero, porque temiía competir. Al final ocupé el primer puesto. Así empecé mi carrera."
Hoy, a los 68 años, Carlos Espinoza León es uno de los narradores costumbristas piuranos más leidos por su pueblo. De su novela Froilán Alama el Bandolero (1975) se publicaron 12 mil ejemplares. La ediciones de sus obras Cuentos de Piura (1981), El Cacique Blanco (1985), Páramo Rojo (1991), Las Leyendas Piuranas (1992) y el Canto del Chilalo (1994) suman 32 mil 500 ejemplares.
Del vigor de su obra han opinado diversos creadores como Miguel Gutierrez y Eduardo González Viaña. El primero destaca su "aliento balzaciano" y el segundo saluda las riquezas de la cultura oral que acogen sus creaciones. Los críticos piuranos valoran también la identidad regional que se exhibe en el habla y las historias de sus personajes.
