¿Estamos preparados para ser un país globalizado?

Fabiola León Velarde Severtto (*)

En la Academia Nacional de la Ciencia (ANC) de los Estados Unidos, en medio de una de las más importantes crisis económicas mundiales, el presidente Obama declaró que durante su gestión le daría 2el justo lugar a la ciencia", así lo hizo en 1962, en medio de una devastadora guerra civil, el presidente, Lincolh. Así, como desde esa ocasión, una vez al año, el presidente en funciones regresa a la ANC a disertar sobre política de ciencia y tecnología. Esto no es, por su puesto, un evento aislado, este hecho da cuenta de lo importancia, que desde los inicios de la República, los Estados Unidos de Norteamérica le han dado el desarrollo científico. No es entonces casual, que EE.UU., construyendo alrededor del 4% de la población mundial, produce aproximadamente el 26% de todos lo bienes y servicios.

La economía de los Estados Unidos, están importante que en el año 2007 era mayor que las economías juntas de Japón, Alemania, China y Reino Unido. Precisamente para mantener esas superioridad, Obama se propone a superar durante su gobierno, el 3% del PBI Nacional asignado a la investigación e innovación, que actualmente se ubica en el 2,6%, a pesar de con ello ya interviene más de los cuatro países mencionados.

En el Perú en los últimos años, la ciencia y la tecnología parece haber cobra una mayor importancia, aunque todavía lo que invertimos nos supera el 0.15% del PB. Por primera vez nos hemos animados a endeudarnos con el BID por US$ 36 millones, el Ministerio de la Producción ha destinado 200 millones de soles para promover la innovación, y se han creado las Becas Haya de la Torre paraMaestrías en Ciencias.

Estos son avances importantes, pero aún insuficientes. El Sistema Nacional de la Ciencia y Tecnología (Sinacyt) sigue desarticulando y no existe la indispensable comunicación entre Estados, Universidad y empresa. Estamos aún lejos de tener un sistema de como los de Colombia, Chile, Argentina, y por supuesto Brasil. Estos países han desarrollado políticas para invertir en investigación básica y aplicada, han creado incentivos para la innovación privada y han promovido alternativas nuevas para mejorar la educación en ciencia.

Los presupuestos acordes por decisión política permiten multiplicar el número de becas de investigación para doctorados, con ambiciosos programas públicos de becas a los jóvenes más talentosos.

Todos ellos invierten entre dos y 10 veces más que nosotros en relación a su PBI, y se propone duplicar hasta y hasta triplicar su inversión.

El futuro de una sociedad depende de la formación de sus ciudadanos. La educación es la ciencia del proceso. En este sentido, el Perú presenta un rezago educativo incompatible con pretensión de país global. Los maestros reciben un mínimo de cursos en los campos de la ciencia, que no llega al 20% del total de su programa formativo.

Las sociedades exitosas surgen de las naciones preparadas para producir nuevos conocimientos. Invertir en educación y en investigación científica fue siempre el camino para el desarrollo pleno de una sociedad, pero es manifiestamente en tiempos de globalización, cibernética y quiebre entre economía, medio ambiente y humanismo.

Un gobierno que este decidido a eliminar definitivamente la pobreza, debería promover la innovación en ciencia y tecnología en todos los niveles educativos y la sociedad en general. Este fue el camino que siguieron los países que dejaron de ser pobres y que decidieron no depender solo de sus recursos naturales. La ciencia como se ve, es fundamental para nuestra prosperidad.

(*)Presidenta del CADE por la Educación 2010.

Publicado en Gestión, el 1 de marzo de 2010