Frutas y verduras se venden con elevadas ganancias

El 55% de productos de venta en Lima tiene alto margen de comercialización. Naranjas y limones se venden con diferencias de 133.3% y 159.6%, respectivamente.

Roberto Rosado

 

frutas

 

El Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana de abril (0.03%) fue la más baja en lo que va del año, y el Gobierno espera mantener baja la inflación.

Sin embargo, los comerciantes de frutas y verduras de los mercados de la capital siguen manteniendo elevadas ganancias en los productos de la canasta familiar.

Así, el 55% de los productos comercializados en los mercados de Lima Metropolitana se venden con un margen de comercialización "alarmante", según el reporte denominado Semáforo de Precios, elaborado por el Ministerio de Agricultura (Minag).

De acuerdo a ese reporte, frutas como la naranja y la palta que se venden en el mercado mayorista llegan a tener una diferencia de hasta 133.3% y 210.4%, respectivamente, al compararse con los precios de los mercados minoristas.

En el caso de las verduras, los limones registran una diferencia de 159.6% y el ají rocoto se ubica como el producto con mayor margen (332%).

Esta situación resulta paradójica al compararla con las "bajas" ganancias del productor agrícola, manifestó Raúl Chau, director de la Asociación de Promoción Agraria (Aspa).

"El PBI agropecuario crece entre 3 y 4%, mientras que los costos de producción pueden subir 10% para los agricultores. Por ejemplo, el saco de 100 kilos de zanahoria cuesta S/. 10, y eso no lo fija el productor", añadió.

Para el caso de los comerciantes, Chau dijo que factores como el costo del transporte y mermas por mal manejo del producto explican los márgenes de ganancia, pero no a niveles "alamantes".

En su opinión, si bien se tiene previsto a la operación del mercado mayorista en Santa Anita, debería descentralizarse hacia cada cono de Lima, a fin de reducir costos de intermediarios.

Ello también detendría el "oligopolio" en productos como papas, cebollas, etc.

Publicado en El Comercio, 24 de Mayo de 2010