PROYECTOS DE INVERSION EN ICA: ¿solidaridad o conveniencia?

Luego del último terremoto que asoló principalmente el departamento de Ica, se requiere volcar todos los esfuerzos en la formulación de políticas públicas que incentiven el crecimiento de la economía de dicho departamento. Para lograrlo, se debe promover la acumulación de capital a través de la inversión. Como el economista Robert Solow afirmó hace más de 40 años, éste es un factor necesario, más no suficiente, si se busca un crecimiento en la productividad agregada y en la producción nacional [1]. La misma conclusión se mantiene a nivel departamental.

Estimaciones de la Cámara de Comercio de Lima indican que se requerirán US$450 millones en inversión pública y privada para reconstruir este departamento [2]. Tal como manifestó el Ministro de la Producción, Rafael Rey, Oswal Group y Terra Industries Inc. estarían aún más interesadas en invertir luego del desastre [3], acto que ha sido considerado por dicho ministerio como un gesto de solidaridad. Esto nos deja con una pregunta: ¿se puede considerar el acto de invertir únicamente como solidaridad, o es un acto movido por la conveniencia?

Por un lado, ¿por qué no se puede pensar que la solidaridad intergubernamental puede nacer también en grandes corporaciones extranjeras? Por otro lado, ¿es posible que las empresas, como agentes maximizadores de beneficios, inicien un proyecto a mediano o largo plazo sin que éste sea rentable? Actualmente, el patrimonio de Ica se encuentra en un nivel deficitario y, por ende, se han visto afectas las condiciones iniciales sobre las cuales se pueden construir las bases para su crecimiento futuro. De esta manera, una inversión en este departamento puede ser interpretada como solidaridad, como una apuesta por su futuro o como un aprovechamiento de las condiciones de vulnerabilidad y subutilización de los activos existentes.

Es probable prever que en los próximos meses Ica posea las características de una economía en reconstrucción: tierras vendidas a precios bajos, mano de obra barata (abundancia relativa de capital humano con respecto al físico), mayores inyecciones de gasto público y privado, e inclusive el otorgamiento de incentivos económicos para nuevas inversiones. Estos factores pueden crear un clima favorable que deje entrever que un incentivo altruista no necesariamente es el motor de la inversión.

[1] Robert M. Solow. Technical Progress, Capital Formation, and Economic Growth. The American Economic Review, Vol. 52, No. 2, May, 1962, pp. 76-86.
[2] Diario El Comercio, jueves 23 de agosto de 2007.
[3] Reuters, América Latina, jueves 23 de agosto de 2007.

Fuente: Ophèlimos Comunidad Económica en Red