UNA DIETA CORPORTATIVA BAJA EN ENERGÍAS

Por Leila Abboud y John Biers

Empresas de todo el mundo se esfuerzan por consumir menos y ahorrar más

Con los precios del crudo, gas y electricidad en alza, más compañías están dándose cuenta de que ahorrar energía puede reducir sus costos.

LOS CIENTÍFICOS y políticos llevan años debatiendo las grandes ideas para ayudar al medio ambiente. Pero muchas compañías en todo el mundo están descubriendo una solución más sencilla: usar menos energía.

Las empresas están entre los mayores consumidores de energía del planeta.

Necesitan grandes cantidades de electricidad para mantener funcionando sus fábricas y sus tiendas a temperaturas agradables, así como incontables galones de gasolina para sus camiones de reparto. Tan sólo el sector manufacturero representa casi un tercio del uso global de energía.

Con los precios de la electricidad, el gas y la gasolina al alza, las empresas han comenzado a darse cuenta de que ahorrar energía puede traducirse en costos mucho menores. Eso significa ganancias más altas y accionistas felices, además de un planeta más limpio.

A continuación, una mirada a lo que algunas compañías en varios sectores están haciendo para ahorrar energía.

Manufactura
Muchas compañías industriales podrían ahorrar energía si reemplazan equipos antiguos, como motores que funcionan sin parar y calderas que carecen de buen aislamiento. Pero la realidad es que esas máquinas nuevas son costosas así que comprarlas no es una decisión sencilla.

California Portland Cement Co., de Estados Unidos, inició un programa de ahorro de energía en 2003. Controlar el uso de energía es una prioridad en la fabricación de cemento, que requiere calentar y enfriar la piedra caliza.

La empresa renovó sus sistemas para que generen aire comprimido, el cual es usado para poner en marcha procesos o mover objetos en la línea de producción.

También reemplazó los hornos viejos de una de sus plantas. Una de sus medidas más costosas fue reemplazar cinco trituradoras de los años 50 por una de US$31 millones que le ahorra US$2 millones al año en energía.

Alimentos y bebidas
La mayoría de los grandes nombres de la industria tratan de ahorrar energía, pero muchas empresas pequeñas ni lo han considerado.

Hace 15 años, Heineken NV, la mayor cervecera de Europa, comenzó a negociar acuerdos voluntarios con el gobierno holandés para reducir su uso de energía, a cambio de incentivos tributarios. Si no cumplía su compromiso, era multada.

El ahorro de energía sigue siendo una prioridad hoy, afirma Jaco Bakker, el encargado de ambiente y seguridad de las plantas holandesas de la compañía. El fabricante aspira a usar 15% menos energía en 2010 de lo que utilizó en 2002, y consumir menos calor y agua.

Su planta en Zoeterwoude, Holanda, es una de las más eficientes del mundo. La fábrica quema gas natural para crear electricidad y usa el calor excedente para calentar grandes contenedores de cebada, lúpulo y agua. También transforma el agua desechada en el proceso de fabricación de la cerveza en gas que puede ser quemado para generar hasta 10% o 15% de la electricidad del local.

Alta tecnología Un estudio de abril de la firma de consultoría en tecnología Gartner Inc. encontró que un 2% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo proviene de los equipos de tecnología de la información, desde su fabricación y distribución, a su uso y posterior disposición. Esta es casi la misma cantidad de contaminantes que produce la aviación.

El mayor fabricante de semiconductores de Europa, STMicroelectronics, se ha concentrado en el ahorro de energía en los últimos 15 años, ya que su antiguo presidente ejecutivo, Pasquale Pistorio, era un ambientalista. Sus esfuerzos han valido la pena ya que la empresa ha ahorrado US$1.000 millones desde 1994 al renovar sus fábricas para que usen menos energía. Los proyectos, que incluyen la modernización de máquinas y el cierre de escapes de aire comprimido, le costaron unos US$300 millones, calcula Georges Auguste, director de calidad y responsabilidad corporativa de la empresa.

Por ejemplo, en su planta en Singapur, la firma se concentró en un aparato que enfriaba el agua para que pudiera ser usada en la línea de producción. Los ingenieros notaron que se estaba acumulando suciedad en los tubos en donde se enfriaba el agua, lo cual demoraba el proceso y obligaba a la máquina a absorber más electricidad. La solución: soltar una vez al mes pequeñas bolas de caucho en la tubería para destaparla. Auguste calcula que la reparación ahorró entre 6 y 15 gigavatios-hora de electricidad al año, o de US$500.000 a un US$1 millón.

Minorista
Incluso las compañías con programas de ahorro de energía establecidos están redoblando sus esfuerzos. Wal-Mart Inc., que según algunos estimados es el segundo mayor consumidor de energía del mundo, después del gobierno estadounidense, ha emprendido una campaña para cambiar los sistemas de iluminación y aire acondicionado de sus tiendas.

Mejorar la eficiencia de nuestra energía “es una de las mejores inversiones que podemos hacer”, dice Charles Zimmerman, ejecutivo de Wal-Mart.

Cuando el gerente de una de las miles de tiendas de Wal-Mart quiere subir la intensidad del aire acondicionado, debe contactar las oficinas centrales de la empresa. Allí, un equipo de 100 especialistas controla el uso de energía, haciendo preguntas sobre qué parte de la tienda se siente caliente y si hay algún problema obvio con la ventilación. Para Wal-Mart, los gerentes deben preocuparse por los clientes, los sistemas de temperatura es algo que la oficina central puede cuidar.

 

Fuente: THE WALL STREET JOURNAL