LOS "FONDOS SOBERANOS" CRECEN Y CRECEN

Humberto Campodónico.
Un fantasma preocupa a muchos gobiernos. Se trata de los hasta ahora poco conocidos "fondos soberanos". Según la firma Morgan Stanley, ascienden a US$ 2.5 billones (trillones, en inglés), cifra 3 veces mayor al PBI de Brasil de US$ 800,000 millones. Y sus activos superan largamente a los fondos de cobertura ("hedge funds") que "solo" llegan a US$ 1.6 billones. Según The Economist, cada año aumentan en US$ 450,000 millones y su monto podría llegar a US$ 12 billones en el 2015.

Los "fondos soberanos" tienen una característica atípica: no son propiedad de privados, sino que se constituyen con dineros estatales provenientes de sus reservas internacionales, de los ingresos por las exportaciones de recursos naturales (minerales, petróleo) y por los fondos de pensiones administrados por el gobierno, entre otros.


El incremento espectacular de los "fondos soberanos" (debido a los extraordinarios precios del petróleo y los minerales) dio lugar al llamado "exceso de ahorro global", término acuñado por Ben Bernanke, actual jefe del Banco Central de EEUU.

Dice Bernanke que el déficit de la Balanza de Pagos de EEUU, que contribuye al aumento de la tenencia de dólares por extranjeros, no se debe a problemas propios de dicho país. Lo que sucede es que los países con "exceso de ahorro global", al no tener dónde colocar su plata (su mercado nacional es pequeño), la invierten en EEUU, sobre todo en bonos del Tesoro de EEUU (los más seguros del mundo) y, también, en la Bolsa (ver "EEUU no tiene la culpa de su déficit", www.cristaldemira.com, 12/2/06).

Pero en los últimos meses los países han comenzado a usar su plata de manera más activa, comportándose como inversionistas privados. Es el caso de China, que en mayo anunció que invertiría US$ 3,000 millones de sus reservas en la firma Blackstone, de Nueva York, que emite bonos y acciones, "lo que indicaría que los gobiernos están ingresando a los mercados privados" (The Economist, 24/5/07).

Esto ha preocupado al gobierno de George Bush, que "está presionando al FMI y al Banco Mundial, para que examinen el comportamiento de estos fondos y elaboren posibles códigos de conducta. Entre las reglas propuestas, estaría la obligación de hacer públicos sus métodos de inversión y que se evite la interferencia en la política del país receptor" (Steven Weisman, Washington Post, 20/8/2007).

Esta "interferencia" tiene su origen en la siguiente preocupación: si algunos gobiernos "emergentes" decidieran retirar su dinero de golpe de los mercados, en particular de los bonos del Tesoro, se produciría una fuerte devaluación del dólar, con fuertes efectos sobre la economía en su conjunto.

La conclusión evidente es que los "países emergentes" con "exceso de ahorro global" quieren obtener el mejor rendimiento posible de sus enormes reservas y ya no les basta "parquear" su plata en bonos del Tesoro. Ahora la quieren "mover" en los mercados privados, lo que genera preocupación en los gobiernos anfitriones. A propósito, ¿dónde están colocados y cuál es el rendimiento de los US$ 24,000 millones de reservas internacionales netas que administra nuestro BCR? Volveremos sobre el tema en un próximo artículo.

Fuente La Republica
(Nota: Agradezco al economista Alberto Graña, quien me proporcionó la información para la elaboración de este artículo.)