Más inversión = más crecimiento inclusivo

Carlos Durand Ch.

En el contexto actual de crisis económica mundial, dos de los factores más sensibles para todas las naciones son: la confianza en la economía y los niveles de riesgo-país, los que coincidentemente tienen una relación inversamente proporcional; es decir, a más confianza, menor riesgo y viceversa. Un país con altos niveles de confianza ofrece por tanto un entorno favorable para la inversión privada, con la consecuente generación de empleo y reducción de pobreza.

El componente privado (tanto inversión como demanda) es fundamental en la economía peruana, pues representa alrededor del 80% del Producto Bruto Interno. En ese sentido, mantener el dinamismo de la inversión privada debe ser una tarea prioritaria que realicen tanto el Estado como los agentes económicos privados.

Cabe recordar que para el periodo 2011-2013 las inversiones privadas totales proyectadas en el Perú ascenderían a US$ 47,693 millones, de los cuales el 58% corresponde al sector minería e hidrocarburos. Ya en lo que va del presente año las inversiones mineras alcanzaron los US$ 7,000 millones, siendo un 67% mayor a las del 2010.

Por lo tanto, es notable la importancia del sector económico ligado a las actividades extractivas de materias primas. Por ello, las autoridades nacionales, regionales y locales deben pensar en configurar mecanismos que cuenten con aceptación popular y los empresarios privados, además de los estudios económicos y técnicos que justifiquen su inversión, deben darle un énfasis especial a la parte social y antropológica de cada proyecto, con la finalidad de prevenir las protestas sociales, y se permita la explotación de estos recursos en la confianza de una operación social y ambientalmente responsable, que lleve beneficios directos a la población local, regional y nacional.

En este sentido, cabe recordar el pasivo de conflictos de los últimos años, que hasta octubre pasado, según el Reporte de Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo, existían 217 conflictos en el país, de los cuales el 71% (154 casos) están activos, y de estos el 67% (103 casos) corresponden a conflictos de tipo socioambiental.

Pese a ello, es muy positivo que según la XI Encuesta Anual de Ejecutivos de la CCL, el 63% de los empresarios consultados refirieron que la crisis en Europa y Estados Unidos no afectará sus resultados durante el 2012. Asimismo, proyectan que tendrán un mejor entorno para sus negocios en el próximo año.

La confianza en los agentes económicos privados es una fortaleza que debemos capitalizar todos los peruanos. Tengamos en cuenta que durante los últimos 12 meses, el riesgo-país para América Latina fue de 118 puntos, mientras que para el Perú fue de 62. Es más, en los últimos tres meses, este indicador se incrementó en 14 puntos para el Perú y 47 puntos para Latinoamérica, con lo que queda claro que mientras el riesgo-país ha aumentado en la región para el Perú ha sido en menor grado, esto debido a nuestra solidez y estabilidad macroeconómica.

Nuestro país se encuentra en mejores condiciones que muchos países de la región para enfrentar los embates de la crisis internacional, además si aprovechamos el precio de las materias primas como una palanca de desarrollo para el resto de nuestra economía, esto si y solo si todos logramos interiorizar la importancia de transmitir confianza al sistema y a los agentes económicos y, al mismo tiempo, trabajamos por elevar nuestra productividad y competitividad. De esa manera, continuaremos promoviendo el desarrollo integral, especialmente en las zonas más alejadas y necesitadas del país.

 

Publicado en Gestión, el 29 de diciembre del 2011