Puede que la economía peruana no crezca este año

Waldo Mendoza Bellido

El 2012 será un año malo. La crisis europea, el fin de la inversión fácil en la minería y sus secuelas, y la demora en la respuesta de política macroeconómica local pueden hacer que la economía peruana no crezca en este año.

Respecto a la crisis europea, Olivier Blanchard, jefe de economistas del Fondo Monetario Internacional, ha advertido que para este año existen “reales posibilidades de que las condiciones pueden ser peores que las observadas en 2008” y la canciller alemana Ángela Merkel ha vaticinado que el 2012 “será, sin duda, un año peor que 2011”.

En el escenario europeo optimista, el Banco Central Europeo (BCE) para la corrida contra los bonos soberanos, actúa como prestamista de última instancia, a cambio de un severo ajuste fiscal en la zona del euro. Si se generaliza el ejemplo de España, que acaba de aprobar un paquete fiscal durísimo con miras a reducir el déficit fiscal de 8 por ciento del PBI a la mitad, en un solo año, ese sería el escenario europeo optimista. El ajuste fiscal conduciría a una recesión en Europa y afectaría al mundo a través de las relaciones comerciales.

En el escenario pesimista, el BCE no actúa como prestamista de última instancia, el repudio por los bonos continúa y se produce un pánico financiero en Europa. Esto puede producirse cuando, por ejemplo, Italia, que tiene una deuda pública de 1,900 millones de euros, no pueda conseguir los 300 mil millones que necesita para este año, para financiar su déficit fiscal y pagar los servicios de la deuda. En ese escenario, el pánico financiero europeo se extendería por el mundo, lo que provocaría una gran depresión en Europa y una recesión mundial.

Cualquiera de estos dos escenarios externos puede coincidir con un recorte drástico de la inversión minera proyectada en nuestro país y sus secuelas en el resto de inversiones, y con una respuesta tardía o insuficiente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

En cualquier caso, es imposible que la economía peruana crezca en el 5.5 por ciento proyectado por el BCRP en su último Reporte de Inflación. Históricamente, las crisis externas siempre han tirado al piso nuestro crecimiento. La crisis rusa de 1998 hizo caer nuestro crecimiento de 7 por ciento en 1997 a -1 por ciento en 1998. La crisis externa del 2008-2009 significó que nuestro crecimiento cayera de 9 en 2008 a menos de 1 por ciento en 2009.

Tratando de ser realista, en el escenario externo optimista la economía peruana debe crecer en alrededor de 3 por ciento. Si el escenario externo pesimista se materializa, el crecimiento cercano a 7 por ciento en 2011 puede reducirse a cero en este año.

En realidad, ya la economía peruana está en bajada hace un buen rato. El crecimiento de la inversión privada en el tercer trimestre de 2011 se ha caído a la mitad, respecto al 15 por ciento alcanzado en el primer trimestre. El crecimiento de la manufactura no primaria ha descendido de 15 por ciento en enero del año pasado a – 1 por ciento en octubre último; mientras que, en ese mismo periodo, el crecimiento de la industria textil ha caído de 30 a – 10 por ciento. Por último, según la Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del BCRP de noviembre último, ya el pesimismo está empezando a dominar a los empresarios y los consumidores.

El rol de la política macroeconómica puede ser decisivo para impedir que este escenario malo se materialice. Sin embargo, a la fecha, la inversión pública sigue descendiendo y la tasa de interés de referencia del BCRP no ha sido todavía reducida.

 

Publicado en Gestión el 3 de enero del 2012