Consejos recibidos de un experto en finanzas

 

 

José Ricardo Stok

PAD. Universidad de Piura

Me ha parecido conveniente que los lectores de Gestión puedan beneficiarse de los sesudos consejos de un amigo, gran experto en temas financieros.

En qué invertir los excedentes. Me comentaba en una ocasión que un ejecutivo, alumno suyo, le pidió ideas para invertir en Bolsa unos excedentes de que disponía. Él le dijo que no daba ese tipo de consejos: “Para eso tiene usted que estar atento a lo que pasa en las empresas en las que ha invertido, en las repercusiones económicas, etcétera; si no lo va a hacer, no arriesgue”. Al comentar este ejecutivo que se trataba de excedentes, le sugirió que más importante era asegurar su salud y la de sus familiares. Insistió el ejecutivo diciendo que ya estaba bien asegurado y que realmente se trataba de unos excedentes que no necesitaba. Mi amigo lo miró y le dijo: “Entonces done ese dinero, hay mucha gente e instituciones que lo necesitan para usos más importantes”. Y agregó: “Verá qué satisfacciones le dará haber entregado esos excedentes: de las mejores inversiones; estará usted más tranquilo y dormirá mejor”. Consejo uno: no invierta su dinero en lo que no sabe y menos si no le va a dedicar tiempo a saberlo. Consejo uno bis: no deje que el afán de más o la avaricia lo dominen; conténtese con lo bastante que ya tiene y sea generoso con quien no tiene.

La ley de las sábanas cortas. En otra ocasión, un empresario se ufanaba de haber logrado ampliar significativamente los plazos concedidos por los proveedores, sin costos adicionales; explicó que, en un comienzo, como los clientes se estaban demorando en pagarle, él trasladó esa demora a los proveedores, y que luego fue estirándoles el plazo poco a poco, hasta casi duplicar el inicialmente concedido. Mi amigo lo miró con simpatía y le explicó la ley de las sábanas cortas: “Ahora usted está tapándose la cara con las sábanas, porque la luz le molesta, pero deja los pies descubiertos; en cuanto haga frío, ¿qué hará? No pueden afrontar los proveedores algo que no estaba estipulado, porque si sigue así, terminarán bajando calidad o incumpliéndolo, ya que buscarán otro mejor pagador”. Consejo dos: no juegue a romper la cadena de pagos, porque en algún momento le rebotará en la cara. Consejo dos bis: elija qué quiere tapar con las sábanas y no cambie constantemente.

En quién confiar la liquidez. Mi amigo me contó el caso de un empresario exitoso que basaba su éxito en tener una empresa perfectamente alineada y recibir informes periódicos: tenía balances mensuales a los cinco días de finalizado el mes, un sistema de reporte de caja diario, un control de cobranzas de clientes riguroso y un informe de pagos al día; su liquidez estaba controlada, no tenía dinero ocioso. Sin embargo, un día le informaron que el tesorero estaba con crisis nerviosa, porque no tenía dinero disponible para afrontar unos pagos urgentes que la gerencia pedía. ¿Qué había pasado? Sencillamente, la gerencia había tomado decisiones basándose en la información escrita, que le indicaba disponibilidad de fondos, sin notar que el float era muy grande, generándose un fuerte descubierto. Se había confiado en los reportes, verídicos, pero no reales, porque estos mostraban cobranzas contabilizadas pero no efectivizadas. Confió en que la liquidez residía en los reportes. Consejo tres: compruebe la liquidez con el tesorero; él sí sabe si hay o no dinero y cuándo entra o sale y cómo. Consejo tres bis. Hable con quienes están en los sitios claves; confié en las personas antes que en los sistemas.

 

Publicado en Gestión el 10 de julio de 2012