¿Es la política monetaria del Banco Central de EE.UU. inflacionaria?

 

Jorge González Izquierdo

Universidad del Pacífico

 

La política monetaria implementada por el banco central de EE.UU. desde el 2008 hasta el presente ha sido impresionantemente expansiva. En efecto, la base monetaria relevante más que se ha duplicado en el periodo. Las tasas de interés de corto plazo están prácticamente en cero y las de largo plazo en alrededor del 2%. En un primer momento se instrumentó una política monetaria convencional que llevó la tasa de interés de corto plazo a cero. Luego, se pusieron en práctica tres Quantitative Easing (QE), la última de las cuales está en curso y significa grandes cantidades de emisión monetaria. Todo esto ha llevado a la formulación de muchas críticas. Primero, de los países emergentes exitosos que se han visto obligados a implementar una política monetaria expansiva también, al tratar de evitar una apreciación excesiva del tipo de cambio; en el caso peruano, se ha tenido que aplicar acciones de esterilización monetaria. Segundo, de economistas monetaristas que esperan que en un futuro cercano se experimente una fuerte inflación en los EE.UU. Unos dicen que con un desempleo cercano a 8% es muy difícil tener inflación. Otros sostienen que las expectativas de inflación, alimentadas por los QE, pueden cambiar en cualquier momento y con una consolidación del crecimiento, la inflación se disparará. Lo real es que hasta el presente la tasa “core” de inflación está por debajo del 2% anual y el crecimiento del agregado monetario relevante (M2) menos del 15% al no darse una expansión sustancial del crédito.

En circunstancias normales los desarrollos monetarios anotados sin duda alguna hubiesen provocado una alta inflación. Pero en la presente situación, con un profundo desempleo, la tasa de interés de referencia en 0%, las expectativas de inflación de largo plazo ancladas en 2% y una situación en el mercado financiero no del todo normal, la expansión monetaria difícil que produzca inflación como lo ha probado el periodo 2008-2012. En el mercado monetario se estaría viviendo una situación de exceso de demanda por dinero dada la tasa de interés en cero.

Un requisito importante para que la expansión monetaria provoque reactivación de la economía es que la gente crea que dicha expansión va a continuar en el tiempo, lo que ha sido anunciado. Otro, es que se generen expectativas mayores de inflación.

Lo cierto es que la posibilidad de inflación está latente. Cuando la economía consolide su reactivación, el banco central tendrá que aplicar medidas para que rápidamente absorba la base monetaria creada. El Dr. Bernanke ha sostenido públicamente que tiene listas las medidas convenientes para que ello suceda. Últimamente ha salido una idea que va ganado adeptos: aumentar la remuneración al encaje bancario para crear el tiempo suficiente para que las otras medidas surtan efectos. Cuando ello suceda, aparecerán algunos efectos aquí. Uno de los principales es sobre el dólar. En el margen, dejarán de venir capitales extranjeros, con lo que disminuirán las presiones hacia la baja sobre el precio del dólar. El tipo de cambio nominal (valor del dólar) y real tendrán que subir como un movimiento acomodaticio a la nueva realidad. Por ello, es importante que el Gobierno siga con la política de generar superávit fiscal.

 

Publicado en Gestión el 12 de febrero del 2013