¿Emprendimiento o enanismo empresarial?

 

Carlos Casas Tragodara

Jefe del Departamento de Economía de la U. del Pacífico

 

En los últimos años, en que el orgullo nacional está en aumento y nuestra autoestima como país también, vemos que el tema del emprendimiento ha cobrado una importancia especial. Se hace mención que los peruanos somos creativos y siempre nos ingeniamos formas de generar un ingreso.

Debemos analizar esto con más cuidado. Al parecer, estamos muy bien en la creación de empresas nuevas. Estas cada vez son más, pero también tenemos que muchas empresas cierran. Así como para el crecimiento poblacional hay que tomar en cuenta la tasa de natalidad y la de mortalidad, con las empresas debemos hacer lo mismo. El problema es que muchas veces no se cuenta con el número de las empresas que cierran porque los costos de hacerlo son elevados. Por tanto, lo que vemos es que son dados de baja temporal por la Sunat pero no se produce un cierre definitivo. Por ello, debemos ser más cuidadosos cuando hablamos de estas cifras.

Otro aspecto importante, es el referido a la productividad de estas empresas. El Perú ha crecido en los últimos años y también la productividad, pero algunos estimados independientes sitúan la productividad peruana en 18% de la de Estados Unidos. Con ello vemos que tenemos mucho camino aún por recorrer y por ello la necesidad de impulsar reformas en muchos aspectos. Si queremos aumentar la productividad del país es necesario contar con empresas grandes porque cuentan con la escala para innovar, para introducir mejoras en la gestión y para crear los excedentes necesarios para poder seguir creciendo. Tener muchas pequeñas empresas no es la clave para mejorar la productividad, lo que necesitamos son muchas empresas grandes, con ansias de seguir creciendo. Tener más empresas grandes evitará observar abusos de posición de dominio y nos permitirá mejorar los niveles de competencia en la economía.

Ello nos debe llevar a pensar en las políticas que estamos llevando a cabo para permitir un entorno que propicie el salto de empresas pequeñas a grandes. Aquí quiero mencionar el trabajo de mi colega Cristhian Seminario acerca de la estructura empresarial peruana. En este trabajo encuentra que si una empresa es micro (1 a 4 trabajadores) existe una alta probabilidad de que siga siendo micro con el paso de los años (94.1%). Este comportamiento se repite para más trabajadores pero lo que llama la atención es que existe una tendencia a achicarse en el tiempo. Solo cuando se llega a un umbral de 50 trabajadores se puede decir que la empresa alcanza una escala suficiente para seguir creciendo.

Estos resultados son muy interesantes porque nos deben llevar a pensar en las políticas de fomento a las mypes. Si uno de los medios para mejorar la productividad es tener empresas grandes, los regímenes especiales creados para fomentar diversos sectores empresariales lo que generan son incentivos perversos a quedarse pequeñas y que no se dé la transición necesaria para que se conviertan en grandes. Estamos fomentando el enanismo empresarial, siendo demasiado paternalistas. Aquí debemos pensar en establecer que los incentivos a los que accede una mype u otra empresa con regímenes temporales (tributarios, laborales, etc.) deben ser temporales para que puedan consolidarse. Si pasado un tiempo prudencial no logró madurar, no tenemos que seguir subsidiándola. Debemos dejar de ser paternalistas, así como a nuestros hijos les exigimos que maduren y puedan valerse por sí mismos, lo mismo debemos hacer con nuestras empresas.

 

Publicado en Gestión el 15 de abril del 2013