El dinero “sucio” intenta colarse en el auge económico peruano

 

—En este reportaje se advierte cómo el dinero del narcotráfico y otras actividades ilícitas financia oscuros negocios y podría ensombrecer la buena marcha de la economía.

 

(Reuters) Hostales y casas de juego están proliferando en Lima y sus alrededores, y las autoridades tienen indicios de que funcionarían como máquinas lavadoras de dinero.

Camino al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, decenas de hostales ofrecen habitaciones con televisión por cable y hasta con jacuzzi por entre US$ 10 a US$ 30 la noche.

El precio, muy por debajo del promedio del mercado, atrae a los visitantes que los repletan a diario, según sus libros de registro entregados a la policía. Pero al ingresar a algunos de ellos, se ven parcialmente vacíos y hasta descuidados. ¿Dónde están sus clientes?

Algunas empresas que aparentan gran funcionalidad y alta rentabilidad, con precios o tarifas irrisorias y ofertas increíbles, encubren una de las formas más rápidas de licuar dinero ilícito, de acuerdo a fuentes policiales.

“¿Este negocio es redondo? ¡No! ¡Están lavando dinero!”, resaltó el fiscal antidrogas Jorge Chávez Cotrina, en su pequeña y austera oficina en el centro de Lima.

El auge económico de Perú parece estar siendo aprovechado para establecer negocios de servicios, entretenimiento, turismo, construcción, cambio de monedas, venta de combustible y hasta en la industria minera, con fondos que en muchos casos sirven para “legalizar” dinero del narcotráfico, según pesquisas judiciales.

La alerta salió a relucir en un reporte del equipo de inteligencia del regulador bancario de Perú, fechado a fines de abril, que reveló que las operaciones financieras “sospechosas” por actividades ilícitas aumentaron más de un 80% en los últimos dos años hasta inicios del 2013, a casi US$ 7,300 millones.

Un 71% del monto está involucrado en narcotráfico, un 14% en delitos ambientales y un 2.5% en corrupción de funcionarios, detalló.

“Esto le hace daño a la economía y a la sociedad por muchas razones; desde el tema de que hay competencia desleal para algunos sectores hasta el riesgo institucional que genera”, dijo el jefe de la unidad de inteligencia financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros de Perú, Sergio Espinosa.

El informe fue elaborado en base al cruce de operaciones e información entre bancos y clientes sospechosos de lavado de activos, visitas de supervisión del regulador y reportes de la fiscalía y la oficina de prevención de delitos desde el 2007.

Negocios sucios

Consciente de la situación, el gobierno del presidente Ollanta Humala ha emprendido una batalla contra el lavado de activos, endureciendo leyes y repotenciando oficinas para detectar dinero del narcotráfico.

El dinero “sucio”, que incluso financia a grupos armados en la zona donde se produce la mayor cantidad de cocaína, se cuela en oscuros negocios y podría ensombrecer la buena reputación de manejo de la política económica de la que goza el país exportador de minerales, advirtieron analistas.

“Conforme la economía crece, hay más espacio, porque hay más dinero, hay más negocio, hay más actividad y la propia criminalidad, desde una perspectiva negativa, es un negocio y aprovechan de eso para crecer”, afirmó Espinosa.

A los hostales que han brotado como hongos en los últimos años, y que registran “rentabilidad”, se suma la aparición de innumerables casinos o casas de juego en Lima que brillan con multicolores luces de neón ofreciendo grandes premios.

“Están en todos los sectores donde hay dinero en efectivo. Son negocios propensos para lavar dinero, hoteles, restaurantes, grifos, casas de juego”, dijo Chávez Cotrina.

Según el equipo del regulador bancario, un 59% de los reportes de operaciones sospechosas proviene de fuentes o empresas ubicadas en la capital peruana, que concentra un tercio de la población y la mitad del Producto Bruto Interno (PIB) que ha crecido a grandes pasos en los últimos años.

Datos oficiales indican que el dinero producto de actividades ilícitas en el Perú representa más del 3.5% del PBI total de la nación, cuya economía ha crecido fuertemente impulsada por la demanda interna.

La economía basada en la producción y exportación de minerales se ha expandido anualmente en un promedio de al menos un 6% desde hace una década, uno de los crecimientos más altos del mundo y que ha ignorado la turbulencia global.

No obstante, tiene una etiqueta negativa: Perú es también el segundo mayor productor de cocaína en el mundo y expertos han advertido que podría superar a su vecino Colombia si no refuerza la lucha contra este flagelo.

El problema es de alcance regional y mundial. En Colombia, el lavado de dinero ilícito representa hasta un 5% de su PBI y, a nivel global, la actividad mueve US$ 1.6 billones, según datos de las Naciones Unidas (ONU).

ANÁLISIS

PREPARARSE CONTRA EL MAL

ASOCIACIÓN NACIONAL DE BANCOS (ASBANC)

En el mundo se está implementando una serie de acciones que buscan prevenir y controlar el lavado de activos en las diferentes jurisdicciones, y el Perú no es ajeno a esas iniciativas judiciales, políticas y policiales.

Preocupados por la situación, el mes pasado la Asociación de Bancos se reunió en un congreso con invitados nacionales y extranjeros para encontrar herramientas para perfeccionar la metodología diseñada en las empresas para prevenir el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo, mediante el análisis de los factores de riesgos, gestión del riesgo, incorporación de mejores prácticas internacionales, entre otros.

Cabe resaltar que el asunto es de urgente resolución, pues solo en el Perú el lavado de activos habría logrado mover más de US$ 7,008 millones en los últimos años, según el reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera, cifra que equivale, en promedio, al 11% del acumulado de las Reservas Internacionales al cierre de diciembre del 2012 (US$ 63,785 millones).

LOS DATOS

Producción. Según la Policía, en el Perú se produce unas 320 toneladas de cocaína anuales. Solo se decomisa un 10%.

Costo. En la selva, el kilo de droga puede costar US$ 1,000.

Precio. La venta puede alcanzar a entre US$ 20,000 y US$ 50,000 cuando llega a Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo.

 

Publicado en Gestión el 7 de junio del 2013