¿Por qué cayó tanto la bolsa peruana?

 

Claudia Cooper Fort

ECONOMISTA- COMPASS GROUP

 

La explicación más rápida está asociada al cambio que viene experimentando el mercado financiero internacional, antes vehemente admirador de los mercados emergentes, y hoy entusiasmado por los mercados desarrollados.

Y es que a la euforia siempre le sigue el desencanto, y a este la euforia. Comportamiento cuya intensidad imprime enorme volatilidad a los precios producto de la sobre-rreacción que este tipo de comportamiento genera a favor o en contra de un mismo asset class.

Así, los mercados mundiales han subido 17%, ocurriendo lo contrario con los países emergentes, y consecuentemente los mercados latinoamericanos, que han caído 12% en el último año. Y dentro de este último grupo de países, la peor performance en este mismo periodo la tiene el Perú, donde la bolsa cayó 27% en el último año.

La explicación más citada para el desencanto con los mercados emergentes radica en la desaceleración que experimentan sus principales representantes, como China, Brasil, etcétera, y el efecto negativo de la desaceleración económica sobre los principales precios de materias primas y su consecuente impacto en los países dependientes de estos precios, entre los cuales se encuentra la mayoría de países de la región latinoamericana y no solo el Perú.

¿Qué hay, pues, detrás de esta mala performance relativa de la bolsa peruana?

A los acontecimientos negativos mencionados, se suman en el Perú aspectos de índole política, tanto a nivel regional, como las dificultades que viene enfrentando la inversión minera, como a nivel nacional, como anuncios referidos a una posible intervención estatal en el quehacer económico a través de la evaluación de una posible compra de los activos de Repsol por parte del Gobierno (lo que generó temores a posibles cambios en el manejo económico actual y a la pérdida de la sobresaliente estabilidad institucional en lo referente al trato a la inversión privada, que ha mantenido el Perú en las últimas dos décadas).

De este modo, la explicación más frecuente para la baja performance del mercado accionario con relación a nuestros vecinos regionales se refiere a la suma de aspectos políticos internos, al desencanto emergente.

Sin embargo, hay una explicación más positiva para este comportamiento: el ajuste que vienen realizando las AFP a sus portafolios. Y es que el sector minero, siendo el sector más importante en la bolsa peruana, representaba largamente la mayor exposición en el portafolio de los fondos de pensiones. Así, la exposición de este sector en el 2009 era de 25% del total, lo que generaba una correlación de 95% entre la rentabilidad de los fondos de pensiones y el movimiento de los términos de intercambio.

De esta manera, en los últimos años, las AFP han venido implementando la reducción del enorme riesgo que representaba para la estabilidad del ahorro interno la alta exposición al sector minero, a través de la venta de acciones del sector, lo que ha amplificado la caída de la bolsa peruana por encima de la de sus pares en la región. Si bien esta estrategia de desinversión minera constituye un alto costo en el corto plazo, la gestación de un portafolio más sano, producto de esas ventas, constituye un aspecto positivo y sienta las bases para un crecimiento de la rentabilidad bursátil más sostenible en el futuro.

Así, a octubre del 2013, la exposición al sector minero bajo significativamente de 25% a 4%, y la correlación de la rentabilidad de las AFP con los precios de nuestras exportaciones se redujo significativamente, dejando paso a una sana diversificación.

 

Publicado en Gestión el 12 de noviembre del 2013