A propósito de las remesas hacía AL

 

Kurt Burneo Farfán

Economista

 

Un reciente informe del Centro PEW, señala que al 2013 se remesarían a América Latina desde EEUU US$ 53,800 millones recuperándose el nivel de transferencias previos a la crisis del 2008, esto desde el punto de vista de las economías familiares receptoras de estas es una buena nueva, a nivel agregado ya no lo sería tanto, veamos por qué.

Si bien este monto estimado de transferencias es inferior al pico de US$ 61,700 millones del 2007, los US$ 53,800 millones es una cifra importante comparada al 2008, denotando una gradual recuperación de estos flujos de dinero provenientes de migrantes legales e ilegales que viven y trabajan en los EEUU. En el caso del Perú las remesas estimadas son de US$ 3,000 millones. Cabe anotar que las cifras absolutas pueden a veces ser poco indicativas de la importancia de estos recursos en las economías, por lo que alternativamente, si comparamos estos flujos con el PBI el ratio es disperso: En el 2012 mientras que para países como El Salvador, Honduras y Guatemala las remesas explican el 16.6, 15.7 y 10 % respectivamente de sus productos brutos internos; para países como Perú, Costa Rica y Colombia los ratios correspondientes son 1.4, 1.2 y 1.1%.

En el caso de países con mayor importancia relativa de flujos de remesas desde EEUU, tienen también otro dato interesante: Un porcentaje alto del total de inmigrantes de estos países se instalaron en los EEUU: 87, 87 y 81% respectivamente lo que se asocia con el porcentaje de remesas que les llegan de dicho país 90, 89 y 87% respectivamente.

Otro hecho relevante es que pareciera que la importancia relativa de EEUU como principal país de donde provienen las remesas hacia América Latina a pesar de la recuperación nominal de los flujos, podría estar camino a aminorarse: de acuerdo a Western Unión la más importante empresa que opera en el servicio de remesas a nivel mundial, 10 años antes, más de la mitad de sus ingresos provenían de los EEUU, en el 2012 es menos del 30%. Lo que viene ocurriendo es que países emergentes con buena performance económica como Chile y Brasil se han empezado a constituir como plazas laborales atractivas para inmigrantes regionales, no significando que desplacen a EEUU como fuente principal de remesas pero si algún nivel de disminución de importancia relativa.

Hay por supuesto otros aspectos de índole económica susceptibles de comentario. A nivel microeconómico, un hallazgo interesante es la mayor reticencia de envío de remesas por parte de inmigrantes nacionalizados estadounidenses y/o con permiso de residencia, respecto a los indocumentados que si son los que mayormente remesan, probablemente explicándose ello en razón del grado de permanencia de la segmentación del núcleo familiar. Por otro lado si bien está claro el rol de sostenimiento del consumo de los núcleos familiares, habría evidencias que indiciarían una importante correlación entre la importancia relativa de las remesas en los ingresos nacionales y los niveles sobretodo de desempleo y/o subempleo. A nivel macroeconómico si bien el efecto que pueden tener las remesas dependen de su importancia respecto al PBI o a los flujos de entradas de dólares a los países definidos por inversión extranjera directa, desembolsos, exportaciones etc. ; en un contexto donde todo indica que por la aún incipiente recuperación de la económica gringa los Quantitative Easing (QE) se mantendrían por un buen tiempo dado que aún no se alcanzó reducir el desempleo por debajo de la meta a la vez de no existir presiones inflacionarias importantes (la propia Janet Yellen nominada para suceder a Bernanke en la FED opino a favor de mantener aun los QE) eso significaría que aún tiene para tiempo más, las entradas de flujos de dólares a países como el nuestro (dada la mantención de tasas internacionales de interés pequeñas) originando esto la mantención de tendencias revaluatorias del tipo de cambio. Al final el cuadro futuro para los flujos de remesas en países como el Perú es incrementos nominales, con un menor peso relativo de EEUU como país de origen de estas y con una tenencia a la reducción del poder adquisitivo de cada dólar recibido resultado de la suma del efecto revaluación nominal cambiaria y la inflación interna. Sin duda este es un interesante asunto que da para mucho análisis económico futuro.

 

Publicado en Gestión el 20 de noviembre del 2013