El gran reto de incrementar la cobertura previsional

 

Pedro Grados

Economista

 

El Perú está avanzando, no cabe duda, pero conforme esto ocurre se presentan nuevos retos como la generación de pensiones adecuadas para los adultos mayores. De acuerdo con una reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Mejores pensiones mejores trabajos”, aproximadamente un 40% de los adultos mayores en la región de América Latina y el Caribe (ALC) no posee ningún tipo de pensión, en nuestro país la cobertura es aún menor. Uno de los grandes causantes de este problema es la informalidad, la cual es a su vez resultado de los incentivos que empresas y trabajadores enfrentan en el mercado de trabajo. Adicionalmente, es fundamental destacar la magnitud que podría adquirir el problema, ya que de 40 millones de adultos mayores que existían en ALC en el año 2010 se pasará a aproximadamente 140 millones en el año 2050. Esto implica que a medida que la población vaya envejeciendo los adultos mayores pasarán, según el BID, de un 7% de la población en la actualidad a más de un 20% en el año 2050. De acuerdo con este organismo multilateral: “La falta de cobertura conlleva la pobreza de los adultos mayores y sus familias (consecuencias sociales),… potenciales pasivos en las cuentas de los Estados que van a intentar cerrar la brecha de cobertura previsional (consecuencias fiscales), grandes costos de oportunidad y problemas en el mercado de trabajo (consecuencias económicas) y tensiones en el contrato social intergeneracional (consecuencias políticas)”.

El desarrollo de los sistemas privados de pensiones en la región en general, y en el Perú en particular, ha contribuido claramente por lo menos con la mejora de las perspectivas fiscales, pero hay todavía mucho que hacer en el caso de los aspectos sociales, económicos y políticos.

En el Perú, los más de 130,000 retirados a través del sistema de Administradoras Privadas de Pensiones (AFP), que hoy ya obtienen pensiones superiores a las del sistema que administra el Estado, mil soles mensuales contra 700 soles mensuales, aproximadamente, ya han generado un alivio para las cuentas fiscales, permitiendo que el Estado peruano oriente sus recursos hacia otras actividades. Sin embargo, hay un largo camino por recorrer en lo referido a los aspectos sociales; la obligatoriedad de aportar de los independientes, que cumplan con ciertos requisitos, a partir de agosto del presente año, contribuirá a incrementar la cobertura del sistema previsional, aunque lo principal es estudiar los mecanismos que permitan reducir la informalidad de nuestro mercado laboral.

En lo relacionado con los aspectos políticos, cabe destacar que el peso electoral de los adultos mayores se irá incrementando paulatinamente durante los próximos años, por lo que se debe actuar rápidamente en cualquier reforma que incentive u obligue al aporte de todos, de no hacerlo se corre el riesgo de incrementar los conflictos intergeneracionales o en su defecto aumentar los subsidios a los adultos mayores con los subsecuentes efectos económicos negativos en la disminución de los recursos orientados hacia la salud, educación, vivienda o inversiones en infraestructura, todo lo cual permitiría incrementarlos niveles de productividad de la fuerza laboral y, consiguientemente, sus niveles salariales.

El incremento de los subsidios al adulto mayor afecta el futuro de las generaciones jóvenes. No se trata de olvidarnos de nuestros padres y abuelos, sino, precisamente, todo lo contrario, se trata de generar un futuro donde los adultos mayores tengan financiadas sus pensiones y los jóvenes mejores perspectivas de realización.

 

Publicado en Gestión el 18 de febrero de 2014