La Pequeña Empresa: origen de la Empresa Familiar

 

Pablo Domínguez Estrada

 

La Pequeña Empresa es un tamaño y modelo de empresa que funciona en nuestro país desde hace algunos años, y que han ido cobrando cada vez mayor importancia por su capacidad de producir puestos de trabajo: cuentan con menos de 10 trabajadores, y generan hasta S/525,000 de ventas al año.

Son la principal fuente de empleo en el Perú, ya que 96 de cada 100 empresas son pequeñas, y siete de cada diez trabajadores laboran en ellas, sin embargo, a pesar de congregar al 70% de la población económicamente activa, solo generan el 30% de todo lo producido en el país lo que refleja un bajísimo nivel de productividad.

Estas empresas suelen tener trabajando en ella a miembros de la familia, usan recursos propios o de familiares y amigos, poco capital, y una fuerza de trabajo no calificada que fundamenta sus conocimientos en la práctica misma de su trabajo, más que en su conocimiento académico, además cuentan con un fuerte componente emprendedor de aquel que se aventura ya sea motivado por las necesidades o por los sueños del negocio propio.

Hoy en día, es cada vez más difícil que una familia alcance a cubrir sus necesidades con los ingresos de un empleo; por ello, cada vez más personas exploran la posibilidad de crear un negocio propio.

En nuestra experiencia asesorando a propietarios de empresas, hemos observado como algunas de esas pequeñas empresas, que superan las adversidades, que se formalizan en el tiempo, y que logran un crecimiento sostenido a través del esfuerzo, dedicación y compromiso de un grupo pequeño de personas, se convierte en una empresa sólida y de mediano tamaño. En ese momento se enfrentan a dos rutas posibles para su continuidad: la primera es ser comprada por terceros, y la segunda es convertirse en una empresa familiar organizando el paso de una segunda generación y profesionalizando la dirección. De no tomar alguna de estas alternativas enunciadas al inicio lo más probable es que decaiga y se estanque.

Lo que deben tomar en cuenta los propietarios de la pequeña empresa, es hacer un ejercicio periódico de plantearse la visión a futuro de lo que quieren llegar a ser. Seguro todos dirán que quieren crecer más, pero no se puede crecer con un poco más de lo mismo, pues para avanzar hace falta dar el salto, tomar decisiones, plantearse desde un inicio metas concretas, decidir si quieren o no convertirse en una empresa familiar, y si es así prepararse, formarse, y empezar a trabajar para que esta sea solo una etapa de inicio, sólo la carátula de un libro con muchas páginas por contar en el futuro.

 

Publicado en Gestión el 14 de agosto del 2014