PATRIMONIO CULTURAL

HILOS DE NUESTRA HISTORIA

 

La reapertura del Museo Textil Precolombino Amano permite visitar una de las colecciones de tejidos privadas más importantes del Perú.

 

 

 

Ernesto Carlín

ecarlin@editoraperu.com.pe

 

En estos días abrió sus puertas el remozado Museo Textil Precolombino Amanto, una de las principales alternativas para conocer la evolución de los tejidos en el país. Se aprecia, con un nuevo guion museístico, desde las primeras piezas hechas por los Chavín, hasta lo elaborado en la materia durante el imperio Inca, pasando por los diestros Paracas o lo menos conocidos ejemplos de culturas como la Chimú o Nazca.

Novedades

Luego de tres años sin atender al público, la amplia colección reunida por el empresario nipón Yoshitaro Amano ahora se presenta siguiendo los modernos patrones de exposición.

Según explica al Diario Oficial El Peruano, Mario Amano, actual director e hijo del fundador, se ha ordenado de tal forma que permita a los visitantes descubrir qué características van perdurando en el tiempo y cuáles son cambiadas de cultura en cultura.

El vocero destaca cómo el arte textil, que se inicia con unos diseños sencillos, poco a poco va ganando en complejidad. Señala, por ejemplo, a las deidades representadas, las que en las culturas prehispánicas más recientes van ganando ferocidad y elementos, Este progreso se aprecia cronológicamente de sala en sala.

Otro elemento que llamará la atención de quienes se animen a dar una vuelta por esta institución son las variadas técnicas que emplearon los antiguos peruanos para el arte textil. Si tenemos grabado en el imaginario a los tejidos Paracas, con toda su belleza y amplias dimensiones, descubriremos acá otros estilos, iconografías y formas de producción.

Por ejemplo, tejidos hechos con retazos de otros que van armando uno mayor. Una curiosidad que destaca Mario Amano es que entre las piezas que se exhiben están algunas en las que la técnica de teñido usado es la misma que siglos despúes emplearían los jóvenes de los años sesenta y setenta: hacer nudos en las mantas y aplicarles colores para, luego desatadas, tener diseños peculiares.

Meta de visitas

La nueva distribución del museo tiene el objetivo de atraer más visitantes. Mario Amano comenta que hasta el año 2012 era visitado principalmente por turistas japoneses. Calcula que en promedio eran 5, 000 los que llegaban anualmente, de los cuales el 90% eran oriundos del país de su padre.

Ahora se aspira a 30, 000 visitantes anuales. Si embargo, reconoce que esta meta es un deseo que se logrará de forma progresiva. Para conseguir ese objetivo se ha mejorado la infrestructura. Por ejemplo, se cuenta con ascensores, lo que beneficia el desplazamiento de las personas con dificultades motoras.

Para esta remodelación han contado con apoyo de la Embajada de Japón y empresas privadas. Asimismo, hay que destacar que el nuevo concepto ha sido desarrollado por Mika Amano, arquitecta nieta del fundador que en el futuro llevará las riendas de la institución.

El mundo hecho muñeco

Una de las peculiaridades de la colección Amano es la gran cantidad de muñecos que, con fines funerarios, se confeccionaban en la cultura Chancay. Estas creaciones, hechas a escala, representaban escenas de la vida cotidiana. Para el público local va a ser una sorpresa encontrar entre las piezas exhibidas una yunza, celebración que hasta en la actualidad se practica y que tiene una larga historia en estas tierras.

El museo Amano posee numeroso material de esta cultura. Uno de los motivos es que el patriarca de la familia gustaba realizar sus excursiones arqueológicas a los lugares donde esta se desarrolló, a poca distancia de la ciudad de Lima rumbo al norte.

 

 

Publicado en El Peruano el 2 de junio del 2015