EL CAMINO DE TESLA CON MUSK EN EL TIMON
La figura de Elon Musk ha traspasado los límites del mundo empresarial, llegando incluso a tener influencia directa en la política estadounidense como uno de los asesores más cercanos del expresidente Donald Trump. A pesar de algunas diferencias en materia de aranceles, su presencia en los círculos de poder evidencia su importancia estratégica. Esta notoriedad mediática se consolidó principalmente gracias a Tesla, la empresa que se convirtió en el emblema de su portafolio empresarial, aunque curiosamente no fue fundada por él. La creación de Tesla se remonta a 2003, cuando Martin Eberhardt y Marc Tarpenning pusieron en marcha la idea inspirados en el inventor Nikola Tesla. Musk se incorporó un año después como inversor, aportando 30 millones de dólares, pero no fue sino hasta 2008 que asumió el liderazgo como CEO, momento desde el cual tomó el control del diseño, producción y expansión de la firma.
Antes incluso de asumir el mando ejecutivo, Musk ya vislumbraba un futuro ambicioso para Tesla. En 2006, compartió en el sitio web de la empresa su “Plan Maestro Secreto”, en el cual delineaba un camino que comenzaba con la fabricación de un auto deportivo para luego financiar vehículos más asequibles, todo con el propósito final de impulsar la transición energética limpia. Sin embargo, este sueño casi se trunca en múltiples ocasiones, particularmente en 2013, cuando la empresa estuvo al borde de la bancarrota y consideró su venta a Google como una opción de salvataje. Musk ha confesado que el desafío más complejo fue lograr que los ingresos superaran los costos, una meta que tardó más de diez años en alcanzar. Entre los desembolsos más inusuales destaca la compra del dominio “Tesla.com” por 11 millones de dólares.
A pesar de estos obstáculos, Tesla ha logrado posicionarse como el fabricante de vehículos eléctricos más valioso del mundo en 2024, estimado en 70 mil millones de dólares. Su catálogo incluye modelos emblemáticos como el Roadster, los populares Model 3 y Model Y, y los más sofisticados Model S y Model X. Sin embargo, no todo ha sido éxito: el Cybertruck, su más reciente apuesta, ha tenido un desempeño decepcionante en ventas y múltiples llamados a revisión por fallas de fabricación.
En el presente, Tesla enfrenta un panorama desafiante debido a las políticas proteccionistas impulsadas por Donald Trump, cuyo impacto en los precios de componentes importados podría afectar gravemente los márgenes de ganancia de la empresa. Este riesgo ya se refleja en el mercado bursátil, con una caída del 50% en el valor de sus acciones desde su pico en diciembre. Asimismo, Tesla está perdiendo terreno en Norteamérica, donde su cuota de mercado de vehículos eléctricos ha disminuido significativamente. En el escenario internacional, China representa una amenaza mayor, con BYD superando a Tesla tanto en participación de mercado como en ingresos. Frente a esta coyuntura, parece cada vez más urgente que Elon Musk reoriente su atención hacia la dirección de Tesla y se distancie de sus actividades políticas, si desea preservar el liderazgo y el legado de la compañía que lo convirtió en una figura global.
Autor: Historias Empresariales. Fuente: Diario Gestión- pag.24, 14 de abril del 2025.