Dolarización innecesaria
El país americano no debería presionar a otros países para que adopten su moneda. Aunque la administración de Trump está impulsando el uso del dólar, incluso a través de "stablecoins", una dolarización forzada o excesiva conlleva riesgos tanto para los países adoptantes como para la propia economía estadounidense. Con el regreso de Donald Trump, la Casa Blanca ha pasado de socavar el dólar a promoverlo agresivamente con las criptomonedas estables respaldadas por el dólar, como una herramienta para ampliar el dominio del billete verde.
Los beneficios de una mayor adopción del dólar, es que estos reducen los costos de endeudamiento del gobierno y las empresas estadounidenses. Pero fomenta la irresponsabilidad fiscal. Al haber siempre demanda de dólares, EE. UU. puede acumular deudas masivas sin hacer ajustes fiscales necesarios, lo que a largo plazo podría provocar una crisis o una "corrida" contra la moneda. Además, entra en conflicto con el deseo de Trump de reducir el déficit comercial, la dolarización global suele aumentar dicho déficit.
Para países con alta inflación o economías inestables, como Argentina, el dólar ofrece disciplina y estabilidad de precios. Para las economías estables, la dolarización es innecesaria y costosa y pierden su soberanía monetaria, pues "importan" la política de la Reserva Federal y su capacidad para responder a recesiones locales o crisis financieras mediante la creación de dinero. La dolarización no debe ser impuesta donde no se desea. La mejor manera de mantener el dólar atractivo no es buscando más compradores para la deuda estadounidense, sino aplicando una política económica doméstica sólida y arreglando el presupuesto nacional.
Autor: The Economist. Fuente: Diario Gestión, pág 21. 11 de noviembre del 2025.