TURÍN, OTRA CIUDAD OLÍMPICA CON PROBLEMAS FINANCIEROS, SE SALVA POR UN PELO DE LA
QUIEBRA
 
Por: Gabriel Kahn y Roger Thurow
 
Turín Italia.- La última vez que los juegos olímpicos de invierno vinieron a Italia,
en 1956 en Cortina D`Ampezzo, el atleta que llevaba la antorcha tropezó con unos
cables de televisión y cayó al suelo, camino a encender la llama olímpica.
Esta vez, los juegos casi tropiezan y caen mucho antes de la ceremonia de apertura
de esta noche. El comité organizador de los juegos de Turín (Toroc), enfrentando un
déficit presupuestario de último momento de casi 80 millones de Euros, estuvieron a
un pelo de la quiebra, justo cuando se estaban completando las última preparaciones.
La única opción de los organizadores: Usar el hacha y ajustar los presupuestos.
Durante los meses que precedieron a los juegos, cancelaron una gran fiesta que
marcaría la cuenta regresiva de los 100 días para su inauguración, y cuyo fin habría
sido generar entusiasmo entre los italianos. Transfirieron el grueso de las
responsabilidades de promoción a una agencia gubernamental y recortaron los costos
de viajes.
Además, al ver que los juegos paralímpicos -la competencia para atletas con
discapacidades en la semana siguiente a los juegos-  también estaban cortas de
dinero y al borde de la cancelación, el comité organizador ideó una elaborada
estratagema contable: Vendió el evento de este año por US$ 41 millones a una
compañía adhoc financiada por fundaciones privadas y gobiernos locales.
Eso tampoco fue suficiente para hacer cuadrar el presupuesto. Al final el gobierno
italiano tuvo que lanzar un juego de lotería tipo "raspe y gane" para asegurarse de
que el espectáculo olímpico -tradicionalmente no muy amigo de los juegos de azar y
las artimañas comerciales - siguiera adelante.
Valentino Castellani, presidente de Toroc y ex alcalde de Turín. Le resta
importancia a los problemas financieros: Toda ciudad sede tiene problemas como los
nuestros. En privado, funcionarios del Comité Olímpico Internacional reconocen que
mucha ciudades sede enfrentan problemas al acercarse la fecha de inauguración del
evento. Pero como mas allá de la actuación deportiva en las pistas, el mayor desafío
olímpico ha resultado ser la desenfrenada carrera de los comités organizadores para
financiar los juegos sin fundirse en el proceso.
Atenas, en 2004 excedió su presupuesto en casi US$ millones, cuando los costos de
seguridad y construcción se elevaron astronómicamente. Los organizadores de los
juegos invernales de2002 en Salt Lake City eliminaron la comida gourmet de las
carpas VIP y otros lujos para recortar US$ 200 millones.
"Uno tiene que estar listo para lo inesperado", dice Castellani. Para Toroc, esto ha
significado desde encargarse de un escándalo mediático cuando las autoridades de
izquierda de Turín votaron a favor de un boicot simbólico de Coca Cola, uno de los
principales patrocinadores de los juegos olímpicos, hasta combatir huelgas de
trabajadores de Alitalia cuando los preparativos estaban en su etapa final.
Para Turín los problemas comenzaron poco después de ser seleccionada en 1999, y poco
antes de que la economía global se hundiese. Alistó a grandes patrocinadores como al
Banco San Paolo IMI Spa, con sede en Turín y otros recaudando US$  323 millones.
Pero otras compañías de las que pensaba recibir dinero, como el coreo italiano y una
empresa de servicios eléctricos, declinaron su apoyo. Toroc esperaba que estas
compañías aportaran 90 millones de Euros.
El resultado fue un déficit que llegó a US$ 168 millones, pero fue reducido a US$ 49
millones a través de una variedad de medidas creativas a fines del año pasado,
incluyendo la venta de los juegos paralímpicos. 
Los organizadores de Turín intentaron prevenir que algunas de sus construcciones
adquiriesen proporciones titánicas. La Federación Internacional de Patinaje, por
ejemplo, presionó para que construyeran un estadio para más de 10 000 espectadores.
Pero los organizadores temían que nunca volviese a llenarse después de los juegos y
en su lugar construyó uno con 6 600 asientos. "Tuvimos que ponernos firmes", dijo
Evelina Christillin, vicepresidenta de Toroc.
De todas formas se erigieron algunos elefantes: Torino tendría una pista de
bobsleigh y luge de casi US$ 108 millones de dólares.
Al COI le preocupa cada vez mas la descomunal infraestructura que quedó tras los
Juegos. En Nagano, el estadio de patinaje construido para los juegos de 1998 a veces
se usa para mercado de pulgas. 
"Para el COI, la prueba verdadera de los juegos es esta", dice Michael Payne,
director de marketing del comité. "Uno otorga los juegos a una ciudad, entrega la
marca, entrega a su bebe. ¿Lo recibirá mas fuerte, mas sano con elementos que
llevaran a los juegos hacia adelante?"
 
 
 
Fuente: El Comercio