Efectos de la desaceleración económica.

EL GASTO DE LAS FAMILIAS SE MANTENDRÍA DÉBIL DURANTE EL SEGUNDO SEMESTRE DEL AÑO

 

 

Tras un crecimiento estimado de solo 2% en el primer semestre del 2019, el BBVA Research espera que en la segunda mitad del año la economía se dinamice y crezca 4%, para cerrar el año con un avance total de 2.9%.

Para el mayor dinamismo del segundo semestre hay dos factores claves que influirán: una mayor inversión pública y la recuperación de la producción de los sectores primarios como la minería.

Sin embargo, la inversión privada, especialmente la no minera, se mantendrá débil, pues la expectativa es que cierre el año con un crecimiento de alrededor de 1%.

La inversión privada no minera representa más del 85% del total de todo lo que invierte el sector privado en el Perú. En el primer semestre también habría crecido al rededor del 1%, ritmo que se mantendría en lo que resta del año.

"Para el segundo trimestre estamos viendo una mejora pero todavía débil de la inversión privada no minera. Va a ser ligeramente positiva", afirmó el economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea.

Gasto de las personas

Este bajo crecimiento de la inversión no minera influirá directamente en la continuación de la debilidad del gasto de las familias, la misma que se dio durante los primeros cinco meses del año.

En dicho periodo hay indicadores que se han deteriorado. Es el caso de la importación de bienes de consumo duraderos como automóviles, motocicletas o televisores, que en el general registraron una caída de 11.3% en el periodo enero - mayo, según el Banco Central de Reserva (BCR).

En dicho peridodo la importación de automóviles cayó en 22.7%, de televisores lo hizo en 26.6% y de motocicletas se contrajo en 21.4%.

Otro indicador de esta debilidad del gasto de las familias se refleja en el indicador de puestos de trabajo del sector privado formal, que hasta diciembre crecía a tasas superiores a 4% y en mayo lo hizo a un poco más de 3%.

De la misma manera, la masa salarial se desaceleró y pasó de un crecimiento de más de 8% a finales del 2018 a cerca de 2% en mayo último.

"En las estimaciones que hacemos para el segundo semestre no vemos un mayor deterioro, pero tampoco un rebote. Estas tasas van a estar relativamente constantes", afirmó Perea.

Pese a ello, el economista afirmó que el mencionado ritmo de crecimiento de los indicadores permitirá que el consumo privado en general se ubique alrededor de 3% en el año, aunque es menor que el 3.8% del 2018.

Poca demanda

Según Perea, el sector empresarial en el Perú está siendo más cauteloso en sus decisiones de inversión, precisamente por la debilidad de la demanda interna.

"Hemos escuchado que hoy holgura en términos de capacidad de producción y dicen: para qupe voy a ampliar el negocio o la fábrica si no tengo un mercado que esté creciendo a un buen ritmo", precisó.

Por el contrario, la inversión minera sí tendrá un mejor comportamiento, pues el BBVA espera un crecimiento mayor al 20% en el año y con ello la inversión privada total crecería 3.9%, tasa también menor al 4.4% del año anterior.

En el 2020, la inversión privada crecería 3.5% por un menor crecimiento de la inversión minera.

Las claves

Ejecución. La inversión pública de gobiernos regionales y locales mejoraría en el segundo semestre.

Efecto. El menor impulso de la inversión minera el 2020 se compensará con mayor inversión pública.

Riesgo. Afectaría los estimados una lenta recuperación de minería y pesca.

Estimaciones del BBVA

El 2020 se crecería a 3.9% por mayor dinamismo económico

Después de los ajustes para las proyecciones para este año, el BBVA Research estimó que el 2020 habría un mayor dinamismo de la economía y lograría un crecimiento de 3.9%.

Tal como sucedería en el segundo semestre del año, dos factores serán los que mayor incidencia tendrían en el crecimiento del próximo año.

El primero de ellos es la recuperación de las actividades primarias, como la minería y la pesca, lo que favorecerá las exportaciones.

Un segundo tema es la inversión pública, ante la normalización del gasto de los gobiernos regionales y locales y construcción de infraestructura.

Para la segunda mitad de 2019 y para 2020, el escenario base de previsiones contempla, por el lado externo, un crecimiento global que se estabilizará en niveles bajos en un contexto de tensiones comerciales que serán compensadas por medidas de estímulo en las principales economías. Además, considera que los términos de intercambio se mantendrán relativamente estables (descenso de precios de metales, pero también del petróleo).

Persistirá la cautela empresarial, con un nivel de confianza no muy distinto al que recientemente se ha alcanzado.

 

 

Publicado por: Gestión, 22 de Julio del 2019.