¿RECESIÓN MUNDIAL?

 

 

La incertidumbre sobre el devenir de la economía mundial se ha incrementado en lo que va del presente año ante el comportamiento de algunos líderes mundiales, como Donald Trump y Boris Johnson. Nadie podría readirmar que una recesión esté cerca, pero el riesgo de que esta se presente ha aumentado en un entorno en el cual se tienen menores posibilidades de implementar políticas fiscales y monetarias anticíclicas.

Parece que la cordura económica se vuelve cada vez más escasa y el crecimiento de la incertidumbre es en sí mismo una materialización de los riesgos en opinión de Mario Draghi, presidente saliente del Banco Central Europeo. Asimismo, si bien para el presente año se espera un crecimiento del PBI mundial de aproximadamente 3%, se empiezan a mostrar síntomas preocupantes en Alemania y el Reino Unido, donde el segundo trimestre de este año ha tenido tasas ligeramente negativas de crecimiento. Otro dato preocupante es la caída de las exportaciones mundiales al primer trimestre de este año en 2.7%.

En un entorno mundial complejo como el descrito, las autoridades económicas del Perú deben realizar un seguimiento minucioso de la economía global y estar preparados para enfrentar una probable recesión; recordemos que el crecimiento de la economía peruana se debe en más de un 50% al desenvolvimiento de la economía mundial.

Habría que considerar y evaluar al menos los sigueintes cinco riesgos: de proteccionismo, corporativo, financiero, político y geopolítico.

En primer lugar, el riesgo de un creciente proteccionismo que obstaculizaría el crecimiento del comercio mundial se han incrementado en agosto con las declaraciones del presidente Trump de nuevos aranceles a China. Hay que recordar que, desde el surgimiento de la Revolución Industrial hace más de 200 años, el dinamismo del comercio mundial ha sido uno de los principales factores de crecimiento y de mejora de la calidad de vida y reducción de la pobreza de aquellos países que se integraron al mundo.

En segundo lugar, existe un riesgo que debe ser estudiado con mayor profundidad y es la afectación de las cadenas productivas mundiales como consecuencia del creciente proteccionismo. El encarecimiento de los insumos o bienes intermedios afectará no solo a los proveedores de los mismos, sino a los productores de bienes finales, haciéndoles perder competitividad.

Las grandes automotrices y los fabricantes de computadoras se podrían ver severamente afectados.

En tercer lugar, si bien hoy nos encontramos en un entorno de bajas tasas de intéres y con posibilidades de mayores reducciones, los niveles de endeudamiento de algunos países y grandes corporaciones han crecido, lo que implicaría un incremento del riesgo de default selectivo.

En cuarto lugar, los populismos, de una u otra tendencia, preocupados en satisfacer a las poblaciones en el corto plazo, pero sin visiones claras de largo plazo, culpan de los padecimientos económicos de sus respectivas poblaciones a la comptencia internacional y a las migraciones, y han adquiido mayor imporancia en mercados emergentes y desarrollados. Estas tendencias podrían favorecer la radicalización de modelos aislacionistas que deteriorarían aún más la dinámica del comercio mundial.

En quito lugar, el entorno geopolítico mundial estaría profundizando contradicciones más que resolviendo problemas, como en el caso del Medio Oriente, lo cual podría tener impredecibles consecuencias.

¿Qué hacer? Desde el Perú, mantener nuestras fortalezas macroeconómicas y llegar a un acuerdo mínimo entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, que permita mejorar el clima de inversión y recuperar nuestra tasa de crecimiento del PBI por lo menos a un nivel de 5% anual. De igual forma, se requiere continuar diversificando nuestras exportaciones en cuanto a mercados y productos con cada vez mayor valor agregado. Poner en práctica los planes nacionales de infraestructura y competitividad sería un buen comienzo.

 

 

Fuente: Gestión, 02 de Setiembre del 2019.