EL BANCO DE INVERSIÓN GOLDMAN SACHS APUESTA POR UNA NUEVA IDENTIDAD

 

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David Solomón, presidente y CEO de Goldman Sachs, fungió de pinchadiscos en una fiesta la víspera del Super Bowl, en Miami. Días antes, el 29 de enero, DJD-Sol (nombre artístico del banquero) acaparó los reflectores en la sede central del Banco en Manhattan, cuando expuso una nueva visión para su organización en el primer " día del inversionista" organizado en toda la historia de Goldman.

Hasta hace poco, sus CEO tampoco se dignaban a participar en teleconferencias sobre utilidades o fijar metas financieras, pero una década de padecimientos hizo insostenible esa actitud imperiosa. La mitología de Wall Street está construida en torno al viejo ejemplo de Goldman: transacciones descomunales, grandes apuestas e inversiones contrarias (por ejemplo, vender cuando todos compran).

Pero en las finanzas poscrisis, el glamour ya fue y ahora prima la estabilidad. Servicios como administración de patrimonio, retail y banca comercial solían tener más peso que la banca de inversión. Hoy, los banqueron ven que tales servicios estabilizan las ganancias y, dado que atraen financiamiento de bajo costo, hacen más atractiva la banca de inversión. Goldman demoró en darse cuenta, pero ahora quiere parecerse a sus pares.

Quien compró acciones Goldman el 2010 ha tenido una década decepcionante. Su ROE era 11%, mientras que el promedio de los grandes bancos de inversión estadounidenses, incluidos JPMorgan Chase y Morgan Stanley, era 8%. El 2019, el Roe promedio fue 9.7% y el de Goldman, 9.2%. El precio de la acción se ha rezagado de la bolsa y de otros grandes bancos.

El banco espera ponerse al día enfocándose en dos metas. La primera es expandir su participación de mercado en servicios como administración de patrimonio y ofrecer acceso fácil a inversiones "alternativas" en capital de riesgo, deuda privada y bienes raíces. La segunda es hacer más eficiente su negocio existente. Su CFO, Stephen Scherr, señaló que funciones prosaicas como procesamiento de pagos y manejo de efectivo para clientes corporativos, y manejo de banca digital de consumo, pueden reducir los costos de financiamientos porque atraen depósitos.

Ya ha dado pasos para diversificarse. El 2016 lanzó Marcus, brazo digital para préstamos de consumo y depósitos. El 2018 adquirió Clarity Money, app de finanzas personales, para ampliar sus servicios de retail. El año pasado, expandió sus servicios de administración de patrimonio con la compra de United Capital, plataforma de asesoría para inversionistas acomodados pero no ultrarricos. También está consolidando todas sus inversiones "alternativas" en un único brazo de atención al cliente.

"Todo esto requerirá un cambio cultural. La mitad de los nuevos analistas son mujeres y dos tercios pertenecen a minorías étnicas, lo cual no era usual en el banco".

Junto con las metas, hay objetivos concretos. Quiere amasar flujos por US$ 100,000 millones en inversiones alternativas en los próximos cinco años. También espera reunir US$ 50,000 millones en depósitos en su servicio de banca de transacciones, que todavía no ha alcanzado y del que es su primer cliente. Y quiere aumentar los depósitos en Marcus, de US$ 60,000 millones a US$ 125,000 millones.

Mientras más financiamiento sea reemplazado por depósitos, esos costos seguirán cayendo. Todos estos negocios se han vuelto críticos para los bancos que desean ser competitivos en transacción de valores, incluidos bonos y divisas.

Las nuevas regulaciones penalizan las mesas de negociación que realizan actividades complejas.

Además, quiere reducir US$ 1,300 millones en costos anuales.

JPMorgan y Bank of America tienen ratios de eficiencia, gastos como porcentaje de los ingresos entre 55% y 60%. El año pasado, el de Goldman fue 68%, y con la diversificación y recorte de costos, podría situarse por debajo de 60%, según Steve Chubak, de la firma de análisis bursátil Wolfe Research.

No obstante, varios obstáculos complican la transición hacia un nuevo modelo de negocio. La mitad de su capital está en negociación de valores, que apenas tuvo un ROE de 7% el 2019. La adaptación de este negocio a la nueva regulación no ha sido sencilla. El banco desarrolló un modelo enormemente ingenioso y complejo para asignar requerimientos de capital. Pero su rigidez provocó que perdiese transacciones con clientes regulares.

Asimismo, está a la espera de multas por emitir US$ 6,500 millones de bonos para 1MDB, una compañía de inversiones de Malasia, de los que US$ 4,500 millones se han evaporado. El escándalo lo ha manchado la reputación de Goldman; la multa, que se espera ronde los US$ 2,000 millones, afectará sus utilidades.

Todo esto requerirá un cambio cultural. La mitad de los nuevos analistas son mujeres y dos tercios pertenecen a minorías étnicas, lo cual no era usual en el banco. En setiembre, The Wall Street Journal informó de tensiones entre la vieja y la nueva guardia, y de que se esperaba que un sorprenderte 15% de sus asociados renunciaría el 2019. Goldman ha dicho que esa rotación es norm al.

El desafío del banco es responder a las presiones que amenazan su rentabilidad sin estropear la salsa secreta que lo hizo tan exitoso.

 

 

Fuente : Gestión, 04 de Febrero del 2020.