JAPÓN: LA ENORME CARGA DE SU DEUDA

 

El indicador de Patrimonio Financiero Neto del Gobierno de la OECD compara el saldo neto entre los activos financieros y los pasivos financieros de los gobiernos de sus países miembros. A fines del 2020, este indicador muestra que de de los treinta y ocho miembros, solo nueve países tienen un patrimonio financiero neto positivo. Los gobiernos más solventes de la OECD no son las economías más grandes. Por el contrario, este grupo incluye a Noruega, Finlandia, Luxemburgo, Suiza, Estonia, Corea, Suecia, Rusia, Nueva Zelanda y los Países Bajos. La mayoría de ellos se encuentran entre las naciones más pequeñas dentro de esta organización.

Los gobiernos del resto de países miembros son deudores netos. Algunos en gran medida. Notoriamente, el número tres en esta lista, contando desde abajo, es Japón, con un patrimonio financiero neto equivalente al -126% de su PBI.

Que patrimonio financiero neto del gobierno de Japón sea negativo implica que su deuda es mayor que sus activos financieros.

De hecho, la acumulación de deuda en Japón en las últimas décadas ha sido notable y rápida. Según el Ministerio de Finanzas Japonés, la relación entre la deuda bruta de la administración pública de Japón y su PBI fue 99% en 1995 (era solo del 52.9% en 1990) y alcanzó el 266.2% en el 2020. El gobierno de Japón ha incurrido en déficits presupuestales sustanciales desde 1992. Los dos momentos en los que su déficit alcanzó niveles máximos fueron inmediatamente después de la Crisis Financiera Mundial, -8.7% del PBI en el 2009 y durante la pandemia, -10.3% en el 2020.

Este déficit presupuestal recurrente se produce a pesar del significativo aumento en la recaudación tributaria en ese país. El gobierno japonés recaudó impuestos equivalentes al 18% del PBI en 1965 y, desde entonces, la carga tributaria casi se ha duplicado y asciende al 30% del PBI actualmente. A pesar de esto, Japón no ha podido impedir que su stock de deuda crezca de manera simultánea. En el 2020, el 56% de los gastos del gobierno japonés fueron financiados con deuda. La cuarta parte de esa nueva deuda fue utilizada para pagar intereses y amortizar deudas antiguas.

El Gobierno japonés ha gastado una cantidad cercana al 40% de su PBI en el período 2005-2020. Según el Ministerio de Finanzas de Japón, si se descompone estos gastos entre aquellos asociados a la Seguridad Social y aquellos que no, observamos un comportamiento bastante diferenciado. Los desembolsos no asociados a la Seguridad Social solamente constituyen el 14.9% del PBI. Dejando de lado la Seguridad Social, el Gobierno japonés sería el segundo país de la OECD que menos gasta.

Según Statista.com, en 1995 las prestaciones de la Seguridad Social concedidas por el Gobierno japonés ascendían al 12.6% del PBI.

La carga de la Seguridad Social ha estado aumentando como porcentaje del gasto total debido a los cambios en la estructura demográfica de este país. Japón tiene una de las poblaciones más viejas del mundo. El japonés promedio tiene 49 años y la tasa de dependencia en la vejez en Japón es la más alta del mundo. En la actualidad, la población mayor de 65 asciende al 50% de aquellos que tienen entre 15 y 64 años. Este ratio a 80% ates del 2050.

Sin embargo, la población japonesa no solamente envejece rápidamente. En 1961, el índice de fertilidad japonés cayó por debajo del 2.1 necesario para mantener la población constante. Como consecuencia, la población japonesa dejo de crecer en el 2004 y se reduce año a año desde entonces.

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Fuente : Gestión, 25 de junio del 2021.