YA ESTÁ AMANECIENDO

 



 

El martes de la semana pasada, el Congreso de Asesores Económicos (CEA) del presidente Biden recomendó en su blog no sacar demasiadas conclusiones de un solo reporte laboral mensual. Presuntamente, lo hizo anticipándose al reporte del viernes, por si recibía acusaciones de que intentaba poner excusas ante una cifra baja. Pero fue buena: la economía estadounidense sumó 850,000 nuevos empleos en junio.

Ese aumento fue especialmente impresionante considerando las quejas de que las empresas no pueden expandirse porque los subsidios al desempleo esta desincentivando que los trabajadores regresen al mercado laboral (recientes recortes de esos beneficios en muchos estados ocurrieron demasiado tarde como para incidir en el reporte). Y basta con la "recesión Biden" que Donald Trump advertía que habría si no era reelegido.

Dicho esto, los argumentos del CEA fueron tomados en cuenta. El covid-19 creó enormes alteraciones en la economía y mientras nos recobramos de ellas, la data económica es inusualmente ruidosa, sobre todo porque los ajustes estándar que los estadísticos hacen para suavizar variaciones estacionales no funcionan bien en una economía todavía distorsionada por la pandemia.

Sin embargo, en estos momentos disponemos de suficiente data para declarar que ya hay un boom. De hecho, la economía está tan fuerte que los republicanos ya no aseguran (falsamente) que estamos teniendo el peor desempeño laboral en décadas sino que elogian las cifras de empleo y las atribuyen a...el recorte de impuestos del 2017.

Pongamos este boom en contexto. La economía está mejor que durante el "Amanecer en Estados Unidos" que le dio a Ronald Reagan una victoria aplastante en 194. Hemos añadido tres millones de empleos desde la investidura de Biden, o 600,000 mensuales, frente a los 340,0000 mensuales en el periodo anual previo a las elecciones de 1984.

Dado que las cifras de la era Reagan partieron de una base más baja, sería más adecuado comparar tasas de aumento del empleo. Y la ventaja la sigue teniendo Biden: 5% anualizado versus 4.4% en 1983-84. Esa disparacidad se incrementa si se comparan el empleo de la población en edad de trabajar, que creía alrededor de 1% anual en los 80, pero se estancó en años recientes. ¿Qué hay detrás del boom?

La determinación republicana de atribuir todo lo bueno a las rebajas de impuestos ya casi va más allá de la parodia. Algunos aún recordamos cómo prácticamente todos en ese partido predijeron el desastre luego que Bill Clinton elevó impuestos, y cuando lo que hubo fue prosperidad, declararon que el boom de fines de los años 90 fue resultado de las rebajas impositivas de Reagan, de principios de los 80. Naturalmente, ahora insisten en que la buena noticia de mediados del 2021 es una reivindicación de lo que Trump hizo casi cuatro años. Lo cierto es que Reagan no merece mucho del crédito por el boom de 1983-84, sino la Reserva Federal, que recortó fuertemente las tasas de interés en 1982.

¿Pero cuándo del crédito merece Biden por el aumento de empleos del 2021? No todo, pero sí bastante.

El plan de Rescate, que incrementó considerablemente el poder adquisitivo de los consumidores, ha sido un importante factor de crecimiento. Pero más relevante ha sido el aumento de la vacunación, que ha generado una fuerte caída en las tasas de contagios y muertes. Algunos predijimos hace tiempo que el país experimentaría una rápida recuperación en forma de "V" cuando la pandemia amainase y la economía pudiese reabrir.

Pues el éxito de la vacunación nos ha llevado a ese momento.

El liderazgo político ha tenido mucho que ver con la rápida vacunación. Es cierto que las vacunas fueron desarrolladas antes de la asunción de Biden y que el Gobierno de Trump compró millones de dosis. Pero el actual Gobierno dio pasos más firmes que su antecesor para consultar la distribución y aplicación de las vacunas.

En términos más generales, cualquiera que dude de la importancia del liderazgo político frente al covid-19 debería analizar las diferencias en las tasas de vacunación entre estados, pues existe una asombrosa correlación con el partidismo: los que votaron por Biden están siendo mucho más exitosos en proteger a sus residentes que los que votaron por Trump.

Así que estamos teniendo un nuevo amanecer y Biden merece más crédito que el que recibió Reagan. Es obvio que las cosas todavía podrían estropearse. Las tasas de vacunación se han realizado, en parte por la resistencia en estados republicanos, y el gran número de estadounidenses todavía no vacunados hace que sea posible una nueva ola. Además, si bien estoy entre quienes ven que la inflación es un problema transitorio, podríamos estar equivocados.

Por encima de todo, el éxito económico de corto plazo no es garantía de buenos resultados en el largo plazo. Muchos han olvidado el generalizado desaliento económico que prevaleció pocos años después del triunfalismo de Reagan. Por en estos momentos, la noticia económica es buena y Joe Biden tiene todo el derecho de presumir.

 

 

 

Fuente : Gestión, 07 de julio del 2021.