EL CARBÓN NO ES EL FUTURO

 

El senador Joe Manchin (Virginia Occidental) será responsable del plan climático demócrata, lo que es entendible porque su partido necesita los votos de todos sus senadores, lo que significa hacer todo lo posible para que los escépticos se sumen. Pero también es atemorizador porque podría desmantelar propuestas clave del presidente Biden, especialmente las destinadas a reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles.

El escenario optimista es que Manchin intervenga en ayuda de los mineros del carbón y muestre su independencia, sin hacer mucho daño en las metas de Biden. El escenario pesimista es que mutile la iniciativa climática y condene al planeta, porque ese plan es casi nuestra última chance para evitar el desastre. No tengo idea qué rumbo tomará el senador, ni en qué medida está siendo influenciado por lobistas y sus intereses financieros en ese sector frente a su deseo de hacer lo correcto.

Lo que sé, es que si Manchin torpedea a Biden y al planeta en materia de política climática, no será porque vele por los intereses de sus representados. La minería del carbón tiene una orgullosa historia en Virginia Occidental. Su sindicato jugó un rol crucial en la organización laboral, lo que a su vez ayudó a crear la relativamente equitativa sociedad en la que crecí. Pero el carbón es cosa del pasado, no del presente y, definitivamente, tampoco del futuro.

Sorprende cuán pequeño es el rol del carón en la economía actual de ese estado. Antes de la pandemia, el sector solo empleaba a alrededor de 13,000 personas, menos del 2% de la fuerza laboral. Hoy en día, el sector más importante es el cuidado de la salud, que emplea a más de 100,000 personas (muchos son puestos de trabajo de clase media).

Retomaré este tema más abajo.

¿Cuándo y por qué Virginia Occidental dejó de ser carbonífero?

Al contrario de la leyenda creada por la derecha y la propaganda del sector de combustibles fósiles, el declive no es un fenómeno reciente provocado por onerosas regulaciones ambientales. El colapso ocurrió principalmente durante los años de Ronald Reagan: el carbón empleaba a más de 60,000 personas a inicios de los 80, pero ese número se había reducido en más de la mitad para 1989.

Buena parte del declive fue causada por la automatización. La reducción de empleos prosiguió luego de 1990, pues las empresas de carón adoptaron técnicas ahorradoras de mano de obra (y destructoras ambientales) como la remoción de cimas de montañas. Un reporte del Centro de Presupuesto y Política Económica del estado indica que "si alguna vez hubo una guerra contra el carbón, o más específicamente contra los mineros, esta tuvo lugar en los años 80. Y los mineros perdieron"

Es cierto que Virginia Occidental, y la región de los Apalaches, siguen pensando que son carboníferos. Las regiones tienen derecho de honrar su historia, pero los políticos deben servir los intereses reales de sus electores y no ser condescendientes apelando a visiones imposibles de restauración de sus glorias pasadas. ¿Qué deberían respaldar los políticos que verdaderamente quieren ayudar a ese estado?

Ante todo, apoyarían una política social más robusta. El cuidado de la salud subsidiado por el Gobierno federal es muy importante en Virginia Occidental, pues los beneficiarios de Medicare son 25% de la población (es 18% en todo el país), a parte que el número de no asegurados se redujo mucho tras la implementación de Obamacare. Además, es una significativa fuente de empleos. Como ya mencioné, el cuidado de la salud es el mayor empleador en el estado y eclipsa lo que queda del sector carbonífero. Asimismo, ampliar el beneficio tributario universal para familias con hijos menores sin que se requiera contar con un empleo, que es un requisito que Machin ha exigido, es particularmente crucial en un estado donde los puestos de trabajo son escasos y la pobreza infantil es elevada.

Es entendible que a los habitantes de Virginia Occidental les gustaría ver un renacer económico basado en más que ayuda federal. Yo estoy totalmente a favor de revivir regiones que languidecen con medidas focalizadas geográficamente. Pero cualquiera que sea la forma que esas medidas podr+ian tomar la experiencia muestra que son muy difíciles de implementar algo está bien claro: no incluirán el retorno del carbón.

Entonces, ¿qué hará Joe Manchin? Sería terrible si tuviese en mente sabotear la agenda climática de Biden en nombre de mezquinos intereses regionales. No obstante, si el senador fuese a actuar terriblemente, no lo haría en nombre de su región, pues el antiambientalismo ni siquiera tiene entre sus intereses a los Apalaches.

La minería del carbón es una tradición cultural y es parte de la historia de la región de los Apalaches. Pero si Joe Manchin quiere realmente servir a la población de Virginia Occidental, en lugar de apelar a su nostalgia, tendrá que respaldar la agenda progresista de Biden, incluida su agenda climática.

 

Fuente : Gestión, 22 de setiembre del 2021.