LAS CRIPTOMONEDAS SON LAS NUEVAS SUBPRIME

 

 

Si el mercado bursátil no es la economía, porque no lo es, entonces las criptomonedas tampoco lo son. Sin embargo, se han convertido en una clase de activos bastante grande ( y generaron enormes ganancias de capital para muchos compradores). El pasado otoño (boreal) su valor de mercado llegó hasta casi US$ 3 millones de millones, pero desde entonces, sus precios se derrumbaron y borraron alrededor de US$ 1.3 millones de millones de ese monto. ¿Quién se perjudica con esa caída y qué efecto tendría en la economía?

Pues yo veo incómodos paralelos con la crisis de las hipotecas subprime de la década del 2000. Si bien las criptomonedas no amenazan al sistema financiero, sus cifras no son lo suficientemente relevantes, aumenta la evidencia de que sus riesgos están cayendo desproporcionadamente en gente que no sabe en lo que se está metiendo y está mal posicionada para hacer frente al desplome.

¿En qué consiste el asunto? Hay muchas formas de realizar pagos digitales, pero estos esquemas dependen de u, para verificar que uno posee los activos que transfiere. Las "cripto" usan una compleja codificación para, supuestamente, prescindir de esos terceros. Los escépticos se preguntan por qué es necesario y sostienen que las criptomonedas son una manera engorrosa y cara de hacer cosas que se podrían realizar más fácilmente de otras maneras, motivo por el cual siguen teniendo pocos usos legales, trece años después del lanzamiento de bitcoin.

En mi experiencia, la respuesta tiene a tomar la forma de una ininteligible mezcolanza de palbras. El caso de El Salvador, que adoptó bitcoin como moneda de curso legal hace unos meses, parece reforzar el argumento de los escépticos: quienes intentan usarla enfrentan enormes comisiones. Pese a ello, las cripto han sido marqueteadas eficazmente: parecen futuristas y apelan a los temores de que el gobierno reducirá los ahorros vía inflación, aparte que inmensas ganancias pasadas han atraído inversionistas que no quieren perderse la ola.

Así que se convirtieron en una clase de activos grande a pesar de que nadie puede explicar con claridad cuál es su legítimo propósito. Quizás se recuperen de su reciente derrumbe y alcancen nuevos picos, como ha ocurrido antes. Pero por ahora, sus precios estána a la baja. ¿Quiénes pierden? Como ya mencioné , hay inquietantes ecos del desplome de las hipotecas subprime de hace 15 años.

No es probable que las cripto causen una crisis económica. Pérdidas por US$ 13 millones solo representan 6% del PBI del país, menor que los efectos de la caída de los precios de viviendas cuando la burbuja inmobiliaria estalló. Y actividades como la minería (creación) de bitcoin, aunque destructiva para el medio ambiente, son económicamente triviales comparadas con la construcción de viviendas, cuyo hundimiento jugó un papel significativo en causar la Gran Recesión.

No obstante, algunos están siendo perjudicados. Los inversionistas de cripto parecen ser distintos de los otros activos riesgosos, como acciones, que son desproporcionadamente blancos acomodados y con instrucción universitaria. Según una encuesta del centro de investigaciones NORC, 44% no son blancos y 55% no tienen grado universitario. Esto calza con la evidencia anecdótica de que la inversión en cripto se ha vuelto muy popular en grupos minoritarios y en la clase trabajadora.

NORC destaca que "las criptomonedas están abriendo oportunidades para inversionistas más diversos". Recuerdo los días en que las hipotecas subprime eran celebradas de manera similar, cuando eran encomiadas como una manera de acercar los beneficios de la vivienda propia a grupos previamente excluidos.

Pero resultó que muchos prestarios no entendían en lo que estaban metiendo. Ned Gramlich, funcionario de la Reserva Federal que advirtió, en vano sobre los crecientes peligros financieros preguntó, "¿Por qué los productos de crédito más riesgosos están siendo vendidos a los prestatarios menos sofisticados?". La propiedad de viviendas se redujo fuertemente tras el estallido de la burbuja. Y las cripto, con sus enormes fluctuaciones de precios, son una clase activos muy riesgosa.

Tal vez quienes aún no vemos que las cripto sean buenas para otra cosa que no sea lavado de dinero y evasión tributaria, estemos perdiendo de vista algo. Quizás el aumento de su valorización (aunque no de su uso) bitcoin y sus rivales representa algo más que una burbuja, y que la gente compra un activo simplemente porque otros han hecho dinero con ese activo. Y está bien que apuesten en contra de los escépticos.

Pero estos inversionistas tendrían que estar bien equipados para realizar tales juicios y financieramente preparados para asumir las pérdidas si los escépticos tienen razón. Lamentablemente, no es lo que está ocurriendo. Y los reguladores han cometido el mismo error que con las subprime: no protegieron al público contra productos financieros que nadie entendía y muchas familias vulnerables podrían terminar pagando las consecuencias.

 

 

Autor: Paul Krugman. Fuente: Gestión, 02 de febrero del 2022.