LA GRAN MANZANA ESTÁ DEPRIMIDA


Recuerdan cuando la ciudad de Nueva York estaba sentenciada? La primera ola de la pandemia la golpeó como un martillo y mató a más de 20,000 residentes. Muchos comentaristas aseveraron que su estilo de vida la hizo muy vulnerable en particular, su alta densidad poblacional y el uso de transporte público. Pero resultó que se debió a que sigue siendo la principal perta de entrada a Estados Unidos, así que fue la primera en contagiarse masivamente, en momentos en que no sabíamos mucho sobre cómo protegernos del virus.

Desde entonces, la ciudad lo ha hecho bastante bien en el frente sanitario, aunque no así en el económico. Y este caso no es único de Nueva York sino de ciudades con mayoría de población demócrata. Durante la ola de la variante delta, la combinación de altas tasas de vacunación y uso generalizado de mascarillas y precauciones de salud pública, no se puede hacer mucho en lugares cerrados si no se muestra el carné de vacunación, permitió que al Gran Manzana se convierta en uno de los lugares más seguros del país. Su tasa de decesos por covid fue más baja que en condados rurales o en urbes en crecimiento como Dallas. La variante ómicron también golpeó primero a Nueva York, pero parece estar retrocediendo rápidamente.

Y el aumento de los alquileres, que estarían retornando a sus niveles prepandemia, indica que nuevamente es vista como un lugar atractivo para vivir. De hecho lo es, si uno puede solventar los costos habitacionales, un problema que está detrás del rezago económico de la ciudad. Si bien todo el país sufrió grandes pérdidas de empleo en los meses iniciales de la pandemia, las de Nueva York fueron mucho mayores en porcentaje respecto del promedio nacional, y pese a que la economía estado unidense se ha recuperado, la neoyorquina no lo ha hecho.

¿A qué se debe ese pobre desempeño? En algo, refleja los efectos de la pandemia sobre el turismo y los viajes de negocios. Antes de la llegada de ómicron, Times Square ya comenzaba a ser intolerable otra vez (normalmente nadie va porque está demasiado abarrotada). Pero yo diría que el factor más influyente es la falta de diversidad económica.

Podría parecer extraño en una metrópili que es increíblemente diversa de tantas maneras, incluyendo los empleos. Pero el destino económico de una ciudad está mayormente impulsado por su "base exportadora", las cosas que produce y son vendidas en otros lugares.

Normalmente, esta base posee un "multiplicador" grande. Mucho del dinero percibido en la base se gasta locamente, en restaurantes, tiendas, gimnasios y más. La base es la dinamizadora del crecimiento económico de la ciudad.

La base de Nueva York es marcadamente reducida para una urbe de su tamaño. Ed Glaeser, catedrático de Harvard, ha puntualizado que, en términos económicos, la ciudad es prácticamente una monocultura: vende servicios financieros al resto del mundo y casi nada más. Las cifras pueden ser engañosas: solo 8% de trabajadores neoyorquinos laborales en finanzas y seguros, pero sus ingresos son tan elevados, comparados con el resto, que presentan alrededor del 20% de la economía de la ciudad y la mayor parte de su base exportadora.

Y la dificultad de tener una economía con un solo sector es que si algo lo debilita, sobrevienen adversidades. Es el caso del carbón en Virginia Occidental o los autos en Flint (Michigan). Lo extraño del caso neoyorquino es que su base exportadora ha estado resistiendo bien.

La gente de Wall Street no está huyendo en masa, pero lo que ha dejado de hacer, al menos por ahora, es ir a al oficina, resulta que el sector financiero es uno en el que mucho del trabajo se puede realizar remotamente.

Esto significa que los trabajadores financieros no están gastando no están gastando en almuerzo, en hacer compras en el centro de la ciudad, salir o comer, etcétera. En otras palabras, el problema no es tanto una base encogiéndose sino un multiplicador que se ha reducido.

¿Por qué Nueva York perdió su diversidad económica? La respuesta es que el inmenso poder adquisitivo de Wall Street ha colisionado con una limitada oferta habitacional ocasionada por la zonificación y la regulación, haciendo que la ciudad sea demasiado cara para cualquiera, excepto los financistas y quienes, directa o indirectamente, atienden sus necesidades. Y la solución es obvia: permitir que se construyan más viviendas.

Esto me plantea la pregunta, ¿qué le ocurre a la parte demócrata del país?, pues Nueva York es solo un ejemplo (California está peor). Los conservadores dirán que la gente de altos ingresos se está mudando a Texas y Florida porque tienen bajos impuestos, pero no hay mucha evidencia de que ese sea el motivo. Lo que están haciendo, es mudarse a donde puedan pagarse una vivienda, porque sus autoridades no bloquean la construcción.

En el caso neoyorquino, los residentes que se oponen a nuevas edificaciones en sus vecindarios son la razón de que una gran ciudad global se haya convertido en un poblado con un solo sector, dejándola vulnerable a las dislocaciones pandémicas.

 

 

 

Autor: Paul Krugman. Fuente: Gestión, 19 de enero del 2022.