NOTICIA DE UNA CONSAGRACIÓN.

 

Por: Lidia Vaiser[1]

 

 

Acaba de transcurrir el II Congreso Iberoamericano de Derecho Concursal en la ciudad de Mérida, Estado de Yucatán, Méjico, los días 8, 9 y 10 de Noviembre del corriente año. Y no puedo más que señalar la magnificencia con la que se desarrolló el evento, tanto en el plano de la organización y de los recursos dispuestos, como en el de las ideas. No es frecuente esa confluencia y  habrá que reconocerlo.

 

La destacable confraternidad del pueblo mejicano, encarnada en la persona de los Organizadores del Congreso, fue un marco imposible de soslayar.

 

Tampoco habrá que pasar por alto la significación de la cultura y del desarrollo jurídico en Latinoamérica, remarcada por destacados referentes europeos. Debiera ser motivo de orgullo y admiración en el mundo global del que somos parte.

 

El Instituto Iberoaméricano de Derecho Concursal, que tuvo su acto fundacional en Barranquilla, Colombia, auspiciado por la Comunidad Universitaria de la Costa y en el mes de Octubre de 2005, se ha visto consolidado con este nuevo evento. Ha crecido con incorporaciones altamente valorables, y ha quedado demostrada la existencia de un movimiento continuo, con segura proyección en el futuro. Baste saber que la Asamblea celebrada en un aparte del Congreso, ha fijado sedes principales y alternativas para los próximos eventos, en Europa y en América Latina, hasta el año 2009.

 

Es que el Derecho Concursal atrae, a no dudarlo, de una manera intensa y pasional, alojado  como se encuentra en el riñón del mundo económico y empresarial. A su vez, la globalización económica define los escenarios comunes por los que se desenvuelve y transita.[2]

 

Es decir, no tenemos en Ibero América solamente un idioma compartido, sino también ocurre que las fronteras de las realidades que nos toca afrontar en el escenario mundial que transitamos se han retraído. De allí creo que surgen la riqueza y la facilidad de nuestros intercambios.

 

No es casual entonces que la cuestión de la quiebra transfronteriza haya tenido un lugar destacado en los dos eventos ya sucedidos. No se trata de otra cosa que de un efecto directo e inmediato, desprendido de la globalización económica.

 

Quedó a la vista el impacto inusitado que descargan esos fenómenos económicos sobre los principios y presupuestos concursales. Nociones  que tuvieron su broche de oro en la conferencia del Prof. Jesús María Sanguino Sánchez, Presidente del Instituto,  quien mediante  una inteligentísima lectura de Jacques Derrida, pregonó la necesidad de aplicarles, para  un nuevo diseño,  la corriente filosófica del deconstructivismo

 

Qué es la insolvencia? (pregunta que desvela a los estudiosos desde antiguo) y cuál es el concepto de  empresa  en este momento histórico, parecieran ser los principales desafíos a afrontar en el campo de las ideas.

 

 

Sin embargo, existen sólidas líneas de consenso.

 

Sin intentar siquiera ser exhaustiva, puedo mencionar la confluencia conceptual en relación a la unidad de proceso y de jurisdicción y la necesaria especialización del fuero concursal. Y, tal vez con menos optimismo o con menos énfasis, la necesidad de explorar las soluciones que la comunidad demanda, a través de medios alternos que atiendan los conflictos y el inocultable impacto que sobre las relaciones particulares, la economía y los intereses colectivos, la insolvencia produce.

 

La necesidad de explorar el camino de la legislación uniforme es un gran desafío para el Instituto; y como quedara expresado en la Asamblea anual celebrada en Mérida, una idea convocante a desarrollar en lo inmediato desde distintas vertientes.

 

En otro orden, el repaso de la legislación reciente de Italia, España, Colombia, Perú, Chile, Brasil y Méjico  - el país anfitrión en este capítulo – nos ha proveído de renovados y extensos conocimientos.

 

Pero el color local es sólo perceptible con estas formas de confraternidad; y nos brinda una riqueza difícil de aprehender de otra manera.

 

Es ya una constante que el país sede del Congreso proyecte en cada caso y el evento su conflictiva social y política, sin desbordar – por cierto -  el enfoque puesto sobre la legislación concursal. Sucedió en Colombia y sucedió nuevamente en Méjico. Es sano y natural que así ocurra, y auspicioso que la corriente no se detenga.

 

Reservo algunas líneas sobre ciertas particularidades de la legislación  mejicana, en cuanto tiene establecida la existencia de un cuerpo técnico y auxiliar de la jurisdicción, conformado por especialistas en procesos concursales. Podría decirse que se trata de la organización de una sindicatura oficial; pero es bastante más, dado que el IFECOM (Instituto Federal de Especialistas en Concursos Mercantiles) desarrolla funciones de docencia y también aportes académicos. Es sin duda, una interesante experiencia digna de emular, puesto que también va de la mano de la especialización a la que todos aspiramos.

 

En suma: El Instituto Iberoaméricano de Derecho Concursal se ha embarcado en una corriente que no cesa, ni dejaremos que se detenga. Es el renovado compromiso de sus integrantes y el Capítulo Mejicano no ha sido más que la consagración de lo que nació como un ideal.

 

Para acceder a mayor información sobre el Instituto, con interesantes conexiones, recomiendo ingresar a la página web www.iidciberoamericano.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Vicepresidente del Instituto Iberoamericano de Derecho Concursal.

[2] Recomiendo vivamente la lectura de “La Jurisdicción Concursal” del Prof. Jesús María Sanguino Sanchez en “LA INSOLVENCIA EN EL DERECHO CONCURSAL IBEROAMERICANO” Ed.Ad-Hoc; Bs.As. 2006.- Obra en la que también puede verse importantes monografías de reconocidos juristas integrantes del Instituto.