SE AVECINA UNA TORMENTA ECONÓMICA

 

 

Los meteorólogos señalan que el calentamiento global ha creado nuevos problemas para los pronosticadores del clima. Los huracanes son más fuertes que antes, y también se intensifican más velozmente, dificultando la emisión de alertas. Por ejemplo, funcionarios del condado de Lee, en Florida, espera ron ordenar evacuaciones hasta tener evidencia categórica de que el huracán Ian los afectaría y fue demasiado tarde para muchos-.

¿Algo similar está ocurriendo con la política económica? Hace poco, escribí sobre la creciente inquietud de economistas y empresarios porque consideran demasiado duro el esfuerzo de la Reserva Federal (Fed) para ralentizar la economía estadounidense a fin de combatir la inflación. Esa inquietud se ha intensificado y yo estoy más convencido de que, a pesar del decepcionante reporte de inflación y lo que aún parece un robusto mercado laboral, la entidad no está reaccionando.

Yo diría que estamos comenzando a ver los efectos de la subida gradual de las tasas de interés que la Fed inició a inicios de año. No importa lo que la data de inflación y empleos indique, ahora hay mucha reducción de presiones inflacionarias-y desaceleración en producción y empleo. La economía, como muchos analistas gustan decir, estaría "dándose por vencida". Y los riesgos que una poli tica monetaria dura supone para la estabilidad financiera y la economía mundial son cada vez mayores.

Parte del problema es que, desde inicios de los 80, la Fed no hacía lo que ahora está haciendo-un ajuste monetario drástico para combatir la inflación-. Y algunos analistas, quizás también en la Fed, habrían olvidado una lección clave de la política monetaria de los malos años: se necesita una significativa cantidad de tiempo para que las tasas de interés elevadas se traduzcan en un enfriamiento económico o una caída de la inflación.

Un canal relevante a través del cual la política de la Fed afecta a la economía real es el sector habitacional. Las al tas tasas de interés reducen la demanda por viviendas, lo que contrae su construcción; y como los ingresos por edificación se reducen, provocan una menor demanda por otros bienes, y los efectos se extienden por toda la economía. Pero todo eso demora. Si bien ha habido un fuerte declive en las solicitudes de licencias de construcción, el empleo en el sector aún no empieza a disminuir, presuntamente porque muchos obreros están terminando casas que comenzaron cuan do las tasas estaban bajas. Los efectos económicos más amplios de la venidera crisis inmobiliaria recién aparecerán dentro de muchos meses.
El otro canal principales vía el valor del dólar. Si está fuer te, hace menos competitivos a los productos estadounidenses en los mercados mundiales; menos exportaciones y más importaciones terminarán siendo un gran lastre económico. Pero toma tiempo trabajar con nuevos proveedores, así que este efecto recién surgirá el próximo año. En suma, la inflación y el desempleo actuales están hablando del pasado; tenemos que mirar otra data para vislumbrar el futuro.

Por ejemplo, un nuevo reporte muestra que las vacantes laborales cayeron considerablemente en agosto. Muchos especial quienes alertan sobre una inflación persistente-argumentan que la estrechez del merca do laborales mejor medida por el ratio vacantes/desempleo que por la tasa de desempleo. Este ratio, aunque sigue ele vado, ha caído notablemente; según Goldman Sachs, casi la mitad de la brecha entre empleos y trabajadores se ha eliminado en los últimos meses.

Otro reporte nuevo muestra que la demanda por departamentos se ha estancado, lo que a la larga se traducirá en un declive en el aumento de alquileres. ¿Y recuerdan esos problemas en las cadenas de suministro que alteraron la economía y elevaron la inflación hace unos meses? Pues el costo de transportar un contenedor en el Pacífico, que en setiembre del 2021 era US$ 20,586, ahora está en US$ 2,265. Yo argumentaría que estos indicadores nos dicen que la Fed ya ha hecho suficiente para garantizar un fuerte declive en la inflación-pero posiblemente, también, una recesión.

¿Estoy completamente seguro? Por supuesto que no. Pero la política eco nómica siempre incluye una disyuntiva parece estar desvaneciéndose rápidamente, mientras que el riesgo de que esté haciendo demasiado está aumentando. Sumemos el riesgo de una crisis financiera. El reciente lío en el mercado de bonos británico podría ser presagio del potencial caos que provocaría la rápida subida de tasas de interés (y del dólar, que está causando estrés en todo el mundo).

Nadie quiere que los mercados financieros dicten la política de la Fed, pero eso no significa que deba ignorar los peligros. No puedo ofrecer certeza sobre lo que viene, pero en serio no quiero que la Fed reaccione tarde y se rehúse a actuar ante las alertas de una tormenta económica, a la espera de que desaparezca toda incertidumbre. Por que podría ser demasiado tarde para evitar lo peor.

Autor: Paul Krugman. Fuente: Gestión, 12 de octubre del 2022.