EL LÍMITE DE ENDEUDAMIENTO

 

Mi banco me pidió verificar una compra con mi tarjeta de débito que su algoritmo marcó como potencialmente cuestionable. En un mundo racional, elevar el límite de endeudamiento federal sería el equivalente atipear "1" en respuesta a tal consulta, confirmar una operación ya realizada y elevarlo no otorga al presidente libertad para gastar lo que quiera, sino que permite al Gobierno honrar sus compromisos, desde pagarlos intereses de su deuda hasta enviar cheques a beneficiarios de programas sociales.

Estos compromisos, debidamente autorizados por el Congreso, exceden el monto esperado de ingresos fiscales, así que deben ser cubiertos en parte con emisión de deuda; es un proceso normal y los mercados financieros están encantados de prestarnos dinero. Pero una peculiaridad del proceso presupuestal de este país requiere que el Congreso, tras haber aprobado el presupuesto, vote de nuevo para autorizar al Tesoro a financiaresos gastos.

Los republicanos que no tuvieron problema en aumentar la deuda cuando Donald Trump estuvo en la Casa Blanca se alistan para usar esa peculiaridad como chantaje. La semana pasada llegamos a ese límitede endeudamiento, aunque maniobras contables pueden posponer la crisis hasta junio. ¿Pero qué pasará cuando se agoten esas maniobras?

Se trastocarán las operaciones del Gobierno, los republicanos claman que tienen una vía para "priorizar" pagos. Sin embargo, incluso si se mantienen los pagos de intereses, todos se preguntarán si Estados Unidos es un pagador confiable. Además, la deuda estadounidense tiene un rol especial en los mercados mundiales, pues la consideran el activo más seguro y es un colateral para muchas transacciones. Si los inversionistas perdiesen confianza en que el Tesoro honrará sus compromisos, podría sobrevenir un colapso financiero global.

Por ende, ¿los demócratas deben ceder a las exigencias republicanas? Pues no. Un partido que apenas controla una cámara del Congreso no debiera imponer políticas profundamente impopulares. La actual camada de republicanos en la Cámara Baja hace que el Tea Party, que usó el límite de endeudamiento para chantajear al presidente Barack Obama, se vea razonable. Hoy, ese partido ni siquiera parece tener un conjunto coherente de demandas; un número significativo de sus miembros preferiría "ver el mundo arder" bajo un Gobierno demócrata. ¿Cuáles son las alternativas? Yo vislumbrotres rutas. Primera, si bien es desconcertante que los demócratas no hayan subido el límite de endeudamiento cuando controlaban el Congreso, podría haber una solución legislativa: podrían buscar forzar que se vote la elevación del límite a pesar de la oposición de los líderes republicanos. Esto tomaría tiempo y requeriría del respaldo de un puñado de republicanos sensatos en la Cámara Baja, pero vale la pena intentarlo.

Segunda, es probablemente posible usar ingeniería financiera para eludir el límite de endeudamiento. La propuestamás famosa plantea que el Tesoro emita una moneda de platino con un valor nominal de, digamos, US$ 1 billón, depositarla en la Reserva Federal y usar la cuenta bancaria así creada para realizar los pagos presupuestados. Aunque parezca difícil de creerlo, esto sería, con casi toda seguridad, legal.

Otra opción sería la obtención de fondos vía la emisión de "bonos premium" cuando llegue el vencimiento de las deudas existentes, dichos bonos tendríanel mismo valor nominal que los bonos que reemplacen, así que oficialmente no elevarían la deuda, pero que ofrezcan tasas de interés más altas, de modo que venderían mucho más que su valor nominal. Es claro que serían trucos financieros, ¿y qué con eso? Si se necesitan ardides para frustrar los planes de extremistas destructivos, empoderados por una peculiaridad legal, y así evitar una catástrofe financiera, que así sea.

Por último, existe un par de lo que pienso que son opciones constitucionales. La décimo cuarta enmienda de la Constitución señala que la validez de la deuda pública "no deberá ser cuestionada", lo cual podría ser interpretado como motivo para ignorarel límite de endeudamiento y no como motivo para entraren default.

Alternativamente, es justo afirmar que la Casa Blanca está enfrentando exigencias incompatibles. A través de legislación debidamente aprobada, el Congreso tiene niveles especificados de gasto e impuestos fede- rales; pero una cámara parece lista para decirle al presidente que no puede obtener el dinero que necesita para cumplir la legislación. En vista de que parece que el presidente Biden no podría evitar quebrantar algunas leyes sino se eleva el límite de endeudamiento, ignorarlo sería la opción "menos inconstitucional".

¿Qué opción deben perseguir los demócratas? Yo diría que todas. No es momento para que los funcionarios se preocupen por parecer bobos o indignos. El Gobierno está enfrentando la amenaza del terrorismo económico, eso suena extremo, pero es lo que significa crear una crisis de deuda artificial. Ydebe hacer todo lo posible para encarar esa amenaza.

Autor: Paul Krugman. Publicado por: Gestión, 25 de enero del 2023.