EL LADO ECONÓMICO DEL CONFLICTO

 



 

Es indispensable apaciguar la convulsión social que afecta a nuestro país para poner freno a los enfrentamientos cuyo doloroso saldo es más de medio centenar de personas fallecidas en diversas ciudades.

Del mismo modo, aliviar la conflictividad permitirá generar las condiciones apropiadas para encarar los principales problemas nacionales y de cada región en un contexto de diálogo entre el Ejecutivo, los gobiernos regionales y las distintas organizaciones representativas de la sociedad.

Si bien las razones antes mencionadas son las principales por las cuales se hacen esfuerzos para encontrar una solución sin violencia, es necesario también considerar que algunas acciones tomadas por los manifestantes en las protestas ocasionan un serio daño económico al país y también a los emprendedores.

De acuerdo con información del Ministerio de la Producción, las micro y pequeñas empresas (mypes) registran alrededor de 116 millones de soles diarios en pérdidas debido a las protestas en varios puntos del territorio nacional.

Recalcamos que las mypes son las unidades económicas que más trabajo generan en el Perú. Por ello, afectar su desarrollo repercutirá negativamente en el empleo y podría generar la desaparición de miles de puestos laborales.

Se informó asimismo que las pérdidas de los emprendedores de Gamarra por las protestas y los bloqueos de carreteras suman en lo que va del presente año 200 millones de soles, una realidad que ya golpea a los pequeños y medianos productores del rubro textil.

Y si consideramos el problema en un nivel macro, el panorama es igual de sombrío. Por ejemplo, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) advirtió que el bloqueo de carreteras no solo está generando pérdidas económicas, sino que también afecta la imagen del país como destino seguro para las inversiones.

Tal efecto es comprensible, pues, si bien los inversionistas analizan las condiciones económicas antes de apostar por determinado mercado, también prestan atención al clima social y político.

En ese escenario será complicado que el Perú consiga mantener su imagen como una plaza atractiva para las inversiones si no logra distender la conflictividad social en el menor plazo posible.

Por lo expuesto, es imprescindible que el Gobierno adopte medidas políticas para solucionar esta crisis social. Es correcto que las fuerzas de seguridad se desplieguen para recuperar el orden público en el marco de la ley; no obstante, el esfuerzo policial y de las Fuerzas Armadas no ofrecerá una solución definitiva a la conflictividad.

Es urgente llegar al fondo del problema, por ejemplo, atacando las profundas inequidades que separan a los peruanos y que han contribuido a que algunos posean mucho y muchos tengan muy poco.

Por el bien de nuestra patria, hacemos votos por que pronto recuperemos la paz.

 

 

Autor: El Peruano, Gestión. 27 de enero del 2023.