TRUMP, EL IMPULSOR DE LA INFLACION

 

 

 

El indicador de precios al consumidor preferido de la Reserva Federal (Fed) muestra un aumento anual del 2.2%, acercándose a su meta del 2%, lo cual se logró sin la recesión que muchos economistas pronosticaban. La economía de Estados Unidos creció un 6% en los últimos dos años, mientras la inflación disminuía. Sin embargo, esta estabilidad podría perderse si Donald Trump ganara las próximas elecciones presidenciales.

Aunque no se tiene certeza de sus políticas, Trump suele evitar responder con claridad sobre temas de gobierno, a diferencia de Kamala Harris y Joe Biden. En un evento de campaña, cuando se le preguntó sobre sus planes para mantener empleos en la industria automotriz en Michigan, comenzó a hablar de su pasado y a criticar a sus oponentes, sin abordar directamente el tema. Esta tendencia a desviarse de las preguntas no es nueva.

Trump ha impulsado consistentemente políticas como la imposición de aranceles a las importaciones, la deportación de trabajadores indocumentados y la reducción de la independencia de la Fed, lo cual podría aumentar la inflación. Según una encuesta del *Financial Times* y la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, el 70% de los economistas considera que las políticas de Trump serían más inflacionarias que las de Harris, mientras que solo el 3% opina lo contrario.

Un estudio reciente del Instituto Peterson de Economía Internacional estima que, dependiendo de la magnitud de las políticas de Trump en relación con aranceles, la Fed e inmigración, la inflación podría aumentar entre 4 y 7 puntos porcentuales por encima de su nivel actual, situándose entre un 6% y un 9% anual. Aunque los modelos económicos no siempre son precisos, las proyecciones del Instituto Peterson resultan razonables, pues estas políticas podrían causar disrupciones económicas similares a las de la pandemia, lo que llevaría a un incremento inflacionario comparable al de 2021-2022.

Muchos economistas coinciden con la perspectiva del presidente de la Fed, Jerome Powell, quien atribuyó la ola inflacionaria a los efectos de la pandemia, que redujo temporalmente la fuerza laboral y alteró la cadena de suministro, lo que encareció bienes y servicios. La inflación comenzó a reducirse cuando estas disrupciones se atenuaron.

Aunque apoyé el aumento de tasas de interés para controlar la inflación derivada de la pandemia, el gobierno de Biden no presionó a la Fed para que mantuviera tasas bajas, a pesar de que una política monetaria restrictiva podría haber generado una recesión políticamente costosa.

¿Mostrará Trump esta misma prudencia si la Fed eleva las tasas para combatir la inflación causada por sus políticas? No lo creo. Además, el riesgo de que politice la política monetaria implica que su inflación podría volverse persistente, provocando una estanflación prolongada, a diferencia de la inflación transitoria del COVID-19. Aunque muchos votantes creen que Trump manejaría mejor la economía que Harris, los análisis sugieren que sus propuestas podrían desencadenar una crisis inflacionaria.



Autor: Paul Krugman. Fuente: Diario Gestión - pag.23, 02 de octubre del 2024.