Se analiza cómo la caída del Muro de Berlín marcó el inicio de una era unipolar dominada por Estados Unidos, respaldada por una economía robusta, un ejército incomparable y el dólar como moneda global. Durante las tres décadas siguientes, el comercio mundial creció de US$ 5 billones a casi US$ 30 billones, y el PIB se quintuplicó.
Países que aprovecharon este cambio se beneficiaron de mano de obra barata, acceso a mercados de alto poder adquisitivo y transferencia tecnológica.
La reducción del gasto militar, excepto en Estados Unidos, permitió a China exportar a bajos costos, controlar déficits fiscales y disminuir la inflación global de dos dígitos a aproximadamente 3%. Las tasas de financiamiento también descendieron del 15% en los años 80 a 0% durante la pandemia, lo que impulsó el crecimiento del S&P 500 de 300 puntos en 1990 a más de 6,000 puntos en 2025. Sin embargo, este ciclo terminó en 2020, no por el COVID-19, sino porque China dejó de ser solo un proveedor de mano de obra barata y comenzó a competir por la hegemonía global en diversas industrias, incluyendo la electrificación de la energía y avances en inteligencia artificial.
Este cambio sugiere que el mundo podría estar transitando hacia un nuevo orden multipolar, donde la hegemonía estadounidense y la primacía del dólar podrían ser desafiadas, afectando las finanzas globales y las estrategias de inversión.
Autor: Joswilb Vega. Fuente: Diario Gestión- pag.15, 20 de febrero del 2025.