HACIA UNA ECONOMIA MODERNA

 



La reciente presentación del ministro de Economía y Finanzas, José Salardi, ante la Comisión de Economía del Congreso, reflejó una visión estratégica para el desarrollo económico del Perú. Su discurso enfatizó la necesidad de transformar el modelo de inversión pública, impulsando una mayor cooperación entre el sector estatal y el privado. Según Salardi, el esquema tradicional de obra pública ha demostrado ser insuficiente para reducir las brechas existentes en el país. En consecuencia, propone una reforma profunda, priorizando mecanismos más eficientes como las asociaciones público-privadas (APP) y las obras por impuestos (OxI). Su amplia experiencia en la gestión de más de cien contratos de APP refuerza su confianza en la capacidad de estos modelos para resolver problemas de infraestructura de manera sostenible a largo plazo.


Un punto clave de su propuesta es la ampliación de los topes en los Certificados de Inversión Pública Regional y Local (CIPRL), lo que permitirá que los gobiernos subnacionales accedan a mayores recursos para el desarrollo de proyectos estratégicos. Esta iniciativa busca dinamizar la inversión regional y local, fortaleciendo el crecimiento económico en diversas áreas del país. Además, el ministro abordó el problema estructural de la informalidad, planteando la creación de una comisión conjunta que involucre a diversos sectores para enfrentar este desafío de manera integral. Destacó que la informalidad no es únicamente un problema tributario, sino que también abarca aspectos laborales y la necesidad de generar un entorno favorable para que las pequeñas empresas logren formalizarse.


El panorama económico expuesto por Salardi transmite optimismo, respaldado por indicadores que muestran signos de recuperación y confianza en la economía. Por ejemplo, el crecimiento del 17.6% en la importación de bienes de capital y el incremento del 7.4% en el índice de consumo del BBVA reflejan una tendencia positiva en la actividad económica. En este contexto, el Ejecutivo ha implementado un “shock de desregulación”, cuyo objetivo es eliminar las trabas burocráticas que afectan la inversión. Según las proyecciones, esta medida permitirá consolidar la economía peruana como una de las más dinámicas de la región, con un crecimiento estimado entre el 5% y el 6% para el año 2025.


El plan de expansión económica se apoya en tres pilares fundamentales: el fortalecimiento de la inversión, el impulso a sectores estratégicos y la mejora en la competitividad. En este marco, el Gobierno tiene previsto ejecutar más de 46,000 millones de dólares en inversiones mediante APP en los próximos 15 meses, destinando estos recursos a proyectos clave en hidrocarburos, aeropuertos, puertos y carreteras. Esta ambiciosa estrategia busca consolidar la infraestructura del país, permitiendo un desarrollo económico más equitativo y sostenible.
Los indicadores macroeconómicos también muestran estabilidad. La inflación se mantiene en niveles bajos y controlados, la tasa de interés de referencia es una de las más competitivas de la región y el riesgo país sigue siendo reducido. Asimismo, la estabilidad del tipo de cambio, respaldada por la eficiente gestión del Banco Central, refuerza la confianza en el mercado financiero. Todo esto apunta a un escenario favorable para el crecimiento y la inversión.
Para lograr un desarrollo sostenible y equitativo, resulta esencial la colaboración de todos los actores involucrados en la economía. Desde el Gobierno hasta el sector privado y la sociedad civil, la participación activa y coordinada será clave para consolidar la recuperación económica del país y sentar las bases de un crecimiento sostenido en los próximos años.

 


Autor: Sección Opinión, Fuente: Diario El Peruano- pag. 25. 24 de marzo del 2025.