LAS FINANZAS DEL VATICANO

 

La elección del Papa León XIV ha despertado un gran entusiasmo no solo en el Perú, sino también en Estados Unidos y en diversos países de América Latina, generando una valiosa oportunidad para abordar los desafíos que enfrenta la Iglesia católica a nivel mundial. Actualmente, el catolicismo representa alrededor del 17% de la población global, y su crecimiento se ha concentrado principalmente en regiones en desarrollo como África, y en menor medida, en Estados Unidos. Aunque no se abordarán aquí los serios problemas éticos vinculados a los abusos contra menores, es importante señalar que estos han obstaculizado el avance de la Iglesia, especialmente en América Latina, donde los movimientos evangélicos han ganado terreno.

Un aspecto esencial, pero con frecuencia ignorado, para el éxito de las reformas eclesiásticas es la solidez financiera, la cual se ha visto debilitada tanto en el Vaticano como en las iglesias latinoamericanas. Por ello, resulta urgente implementar una reforma económica. El Papa Francisco ya dio los primeros pasos al intentar reorganizar las finanzas del Vaticano, que son clave para sostener el poder económico de la Iglesia y sus diócesis alrededor del mundo. Para que la Iglesia recupere su fortaleza moral, es imprescindible que también recupere su estabilidad financiera, comenzando por sus recursos en el Vaticano.

Aunque monetizar el vasto patrimonio histórico de la Iglesia resulta complejo debido a su incalculable valor, sí es posible establecer mecanismos de transparencia y eficiencia en sus presupuestos y recursos. El punto de partida debe ser la definición de objetivos financieros claros, sin perder de vista la prioridad espiritual. A pesar de la contratación de expertos financieros en años recientes, los resultados han sido desfavorables, como lo demuestra la fallida inversión en inmuebles de lujo en Londres. Es indispensable que quienes asesoran las finanzas del Vaticano y de las arquidiócesis actúen con prioridades claras y eviten decisiones arriesgadas.

Al observar las finanzas de varias iglesias evangélicas, se aprecia que muchas de ellas cuentan con significativos ingresos y reservas, en parte debido al compromiso activo de sus fieles, quienes se sienten involucrados en proyectos locales financieramente exitosos.

Para lograr una reforma financiera efectiva, es crucial comprender el público al que se dirige la Iglesia, comenzando por las diócesis locales, pasando por las nacionales y culminando en el ámbito internacional, bajo la dirección de Roma. El primer paso sería identificar activos disponibles para su venta, especialmente propiedades subutilizadas. Posteriormente, se debería fomentar una estrategia de inversión de largo plazo, sin depender de banqueros de inversión costosos y poco familiarizados con la gestión de fondos. En su lugar, se recomienda adoptar modelos como el de Warren Buffet, basado en costos reducidos, decisiones graduales y rentabilidad sostenible a largo plazo.

El Perú podría convertirse en un terreno ideal para poner en marcha esta clase de iniciativas, ya que la Iglesia posee bienes raíces con un gran valor histórico que no están siendo explotados adecuadamente.



Autor: Pedro Pablo Kuczynski. Fuente: Diario Gestión - pag. 22, 19 de mayo del 2025.