EL JET SET SI PUEDE ENTRAR

 

 

 

Donald Trump, impulsado por su afán de lucro, ha propuesto una versión controversial del libre mercado: la venta de ciudadanía. Aunque muchos consideran inadecuado tratar la nacionalidad como una mercancía, más de 60 países ya ofrecen residencia a cambio de inversiones o donaciones. Estados Unidos no es la excepción, aunque su sistema actual de "visa dorada" es considerado ineficiente y complicado. Trump plantea elevar el costo de esta visa a 5 millones de dólares.

No obstante, los detalles siguen siendo vagos. No se sabe si se tratará de una donación sin retorno o de una inversión reembolsable. Según el secretario de Comercio, Howard Lutnick, los fondos recaudados se destinarían a reducir la deuda pública, lo que sugiere que sería una donación. La visa proporcionaría residencia permanente y eventualmente podría llevar a la ciudadanía. Trump ha asegurado que los beneficiarios no pagarían impuestos por ingresos obtenidos fuera de EE.UU., algo que no se permite actualmente ni a ciudadanos ni a residentes permanentes.

El Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, estaría diseñando un sistema informático para gestionar este nuevo programa. Sin embargo, Trump aún no ha emitido ningún decreto para formalizarlo, y expertos legales creen que necesitaría aprobación del Congreso. Su equipo estima que se podrían vender hasta un millón de visas, lo que generaría ingresos por 5 billones de dólares, una cifra que cubriría aproximadamente una séptima parte de la deuda nacional. Según Lutnick, el público objetivo está compuesto por unos 37 millones de personas con capacidad económica para adquirir la visa.

Por su parte, abogados migratorios informan un notable aumento en las consultas. Muchas personas estarían dispuestas a pagar grandes sumas por vivir en Estados Unidos. El programa actual (EB-5), que requiere una inversión mínima de 800 mil dólares y está limitado a 10 mil visas por año, tiene una demanda superior a la oferta, sobre todo entre ciudadanos chinos e indios. Debido a los topes por país, estos dos grupos acumulan la mayoría de solicitudes en espera.

El gobierno podría optimizar el esquema EB-5. Actualmente, las inversiones suelen tener bajas tasas de interés y deben generar al menos diez empleos, lo cual ayudó a que el Congreso lo aceptara. Los solicitantes aceptan retornos inferiores a los del mercado como parte del costo de obtener la visa, típicamente entre 0.5% y 1%, según la académica Madeleine Sumption de la Universidad de Oxford. Este programa ha sido especialmente lucrativo para desarrolladores inmobiliarios e intermediarios.

Trump acierta al señalar que hay extranjeros dispuestos a pagar más si el proceso es más ágil, y que las donaciones al Estado ayudarían a las finanzas nacionales. Países pequeños como Malta, Vanuatu y varias islas del Caribe han convertido la venta de pasaportes en una fuente importante de ingresos fiscales, incluso representando más del 10% de su recaudación, según la investigadora Kristin Surak de la London School of Economics. Aunque en Estados Unidos el impacto sería menor, no dejaría de ser significativo.

Sin embargo, el cálculo de vender un millón de visas parece poco realista. En el mercado de migración por inversión, los postulantes no suelen gastar más del 10% de su patrimonio en una visa. Por tanto, para pagar los 5 millones, deberían tener al menos 50 millones en activos. Actualmente, hay unos 100,000 multimillonarios en el mundo, y muchos ya viven en Estados Unidos, comenta Dominic Volek, de la consultora Henley & Partners. Una subasta podría ayudar a definir el precio óptimo, pero Trump no ha dado indicios de considerarla.

El tema fiscal también genera dudas. La promesa de Trump de no gravar las rentas externas de los titulares de la nueva visa podría resultar muy atractiva, aunque suscitaría oposición generalizada. Además, requeriría cambiar el Código Tributario, lo cual es difícil de lograr. Sin esa exoneración, la demanda probablemente disminuiría.

Por estas razones, resulta improbable que miles o cientos de miles de multimillonarios estén dispuestos a pagar sumas elevadas y asumir cargas fiscales para evitar trámites migratorios. Volek estima que solo unos pocos miles aplicarían cada año. Muchos ricos ya tienen alternativas más accesibles, como las visas E-2 (para quienes invierten en empresas en EE.UU.) o L-1 (para empresarios que abren subsidiarias). Aunque Trump afirma que su nueva visa reemplazará la EB-5, esta sigue vigente por ley hasta 2027.

Curiosamente, los expertos en migración señalan que ahora son muchos estadounidenses quienes buscan pasaportes de otros países, algo que podría aumentar si la economía estadounidense se deteriora bajo Trump, afirma la abogada Mona Shah. En tal escenario, pasaportes europeos como el de Malta valorado en unos 1.1 millones de dólares podrían volverse más atractivos.

 


Autor: The Economist. Fuente: Diario Gestión- pag.22, 29 de abril del 2025.