El daño arancelario causado por las políticas de Trump empieza a ser notorio, la acumulación de inventarios trata de salvaguardar la situación; sin embargo, en algún punto se tendrán que acabar. Una opción para las compañías es empezar a manufacturar sus productos dentro de EE.UU o por otro lado, recurrir a tácticas como la revisión exhaustiva de la Nomenclatura Arancelaria Armonizada o conocida por siglas en inglés como “HTS” para encontrar algún vacío legal en él.
Ello causó el incremento de solicitudes a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Otra solución ingeniosa se encontraría en el Protocolo de Nairobi, acuerdo comercial de 1950 que posibilita que los importadores ingresen al país libres de gravámenes, bienes usados por personas con discapacidades. La respuesta de Trump a estos “escapes” de su política arancelaria fue señalar el una posible modificación a la “HTS” a fin de reducir el intento de las empresas por reducir sus gravámenes aduaneros, entre otras medidas. El panorama es cada vez más desalentador para las corporaciones estadounidenses.
Fuente: The Economist. Diario Gestión - pág.22 , 12 de agosto de 2025.