Repunte perjudicial

En julio, el gobierno chino tuvo que intervenir para detener una subida desenfrenada del mercado bursátil de Shanghai, que subió más de un 40% en dos meses. Inicialmente, el gobierno y los inversores institucionales fomentaron el auge, viéndolo como una forma de impulsar el consumo y sacar a la economía del estancamiento. El problema principal es que un auge bursátil no estabiliza la economía, sino que crea riesgos. La subida actual ha disparado el apetito por el riesgo de los financieros, atrayendo una cantidad récord de nuevos inversores y cuentas, aumentando las operaciones apalancadas y la especulación.
La subida se considera "perjudicial" porque las medidas monetarias expansivas del Banco Central, destinadas a combatir la deflación, reducir la deuda y ayudar a la economía real, se están desviando. En lugar de financiar la economía real o la inversión productiva, el dinero se está canalizando hacia la especulación bursátil. La subida es comparable a la peligrosa burbuja de 2015, cuando el alto apalancamiento provocó una caída del 49%. El mercado es visto sólo como un barómetro y no un reflejo real de la economía. El PBoC teme que un colapso de la bolsa pueda tener consecuencias negativas mucho mayores para el empleo y el crecimiento que los beneficios temporales del auge. El auge ha tenido un efecto moderado en la principal preocupación del PBoC: la deflación, con los precios a la baja durante años. El temor es que, si la burbuja estalla, se perderá la confianza en el mercado y la recuperación económica se verá seriamente afectada.
Autor: The Economist. Diario Gestión, pág. 22. 7 de octubre del 2025.