Crisis del fuero comercial y reforma a la Ley de Quiebras, temas del año

Julio César Rivera anticipa los temas que marcarán el 2005. Dice que fracasarán las cooperativas de trabajadores y que disminuirán las quiebras. La situación de las Pyme

 

 

 

 

 

 

 

"Los abogados especializados en derecho comercial y concretamente en la materia concursal asistimos desasosegados a una mutación fáctica de la ley vigente. Me explico: todos sabemos que la quiebra persigue la liquidación de los activos del fallido y la partición de lo obtenido entre los acreedores en proporción al monto de su crédito.

Esta concepción, varias veces centenaria, ha sido sustituida en la práctica por la expropiación de los activos para entregarlos a “cooperativas de trabajadores” con destino a la recuperación de fuentes de trabajo. Lo notable es que en muchos casos los expropiantes no pagan las indemnizaciones con lo cual los derechos de los acreedores quirografarios son groseramente perjudicados.

Lo mismo sucede cuando lisa y llanamente unidades productivas son usurpadas y explotadas por los usurpadores sin que los jueces puedan obtener el cumplimiento de medidas tendientes a recuperar los bienes desapoderados por la quiebra o cuando por cánones simbólicos se “alquilan” los establecimientos para su explotación.

Es claro que estos criterios responden a una concepción rudimentaria, que cree que las "empresas" pueden subsistir sin organización, sin gerenciamiento, sin capital, sin crédito, sin patentes, sin licencias, sin marcas, etc., por la sola voluntad de algunos iluminados.

Los fracasos de las empresas administradas por el Poder Ejecutivo bajo la vigencia de la ominosa ley 18.832, por los síndicos bajo la ley 19.551 y otros experimentos, sólo anticipan lo que será también el fracaso de la mayoría de estos emprendimientos, salvo que sean subsidiados por el Estado con el consiguiente perjuicio para los contribuyentes, los consumidores (que recibirán productos de mala calidad) y los competidores que verán distorsionado el mercado por la presencia de estas pseudoempresas beneficiadas con subsidios directos e indirectos, como es no pagar aportes provisionales e impuestos. Y naturalmente, con la virtual confiscación de los derechos de los acreedores.

Las posibles reformas previstas por el Congreso no van en mejor dirección, pues claramente tienden a "legitimar" las usurpaciones y estos mecanismos anormales de “terminación” de la quiebra.

En otro plano, el crecimiento de la economía  –más allá  que sea o no sustentable–  con un acceso muy limitado al crédito, permite avizorar que decrecerá el número de empresas que recurran a mecanismos de reestructuración de deuda (privados o judiciales como el concurso preventivo o al acuerdo preventivo extrajudicial).

De todos modos la desafortunada jurisprudencia de la Corte Suprema en materia de accidentes de trabajo y de topes indemnizatorios en los despidos va a causar serios problemas a las Pyme y como hemos visto en otras épocas no faltarán las que recurrirán al concurso judicial para tratar de manejar sus pasivos laborales.

Finalmente, nos hallaremos ante un descenso cada vez más marcado de la calidad del servicio de justicia. Los tribunales comerciales están atiborrados de causas y las vacantes de jueces son muy numerosas. La designación de “jueces sustitutos”, de dudosa constitucionalidad, es un paliativo poco eficaz porque genera una “corrida de interinatos” y los designados conocen su precariedad, lo que va contra la misma esencia de la función judicial que por definición es estable y no sujeta a plazo. Con lo cual sólo la perseverancia en el esfuerzo ciclópeo que hace la mayoría de los magistrados y funcionarios permitirá seguir funcionando a un fuero comercial que necesita una urgente reforma".

El autor es titular del Estudio "Julio César Rivera Abogados" 

Extraído de: Revista "Temario Profesional 2005"

 

Fuente:  Infobae Profesional.com