CIERRE DE FÁBRICAS |
|
MADRID.-Delphi, la antigua filial de General Motors
(GM) para producir piezas de automóviles, se ha declarado en quiebra. Con
unos activos valorados en 14.082 millones de euros y una deuda acumulada de
18.200 millones de euros, el segundo mayor fabricante de componentes del
mundo buscará en los tribunales autorización para recortar costes. La petición de bancarrota afecta sólo a
los activos de la compañía en Estados Unidos. Mediante la solicitud
presentada el pasado sábado en Nueva York, Delphi pretende replantear los pactos laborales
alcanzados con sus empleados estadounidenses, estudiar la posibilidad de
cerrar una cantidad aún indeterminada de sus 38 plantas en Estados Unidos y,
probablemente, trasladar a GM compromisos de pago por valor de varios miles
de millones de dólares para los fondos de pensiones de los trabajadores.
«Delphi no puede
continuar trabada por los compromisos y restricciones que protegen los
actuales acuerdos laborales y nos impiden competir.Debemos
reestructurar toda nuestra producción, lo que exigirá que muchas de
nuestras plantas sean vendidas o cerradas conforme a la declaración de
quiebra», afirmó el director general de la compañía, Steve
Miller. La semana pasada, Delphi
remitió una carta urgente al principal sindicato de trabajadores en
sus plantas, la United Auto Workers
(UAW), como última medida previa a la suspensión de pagos. Sin ayuda de GM En la carta a la UAW, que cuenta en sus
filas con 24.000 miembros inscritos en la nómina de Delphi,
se demandaba una reducción de salarios de un 60% aproximadamente; la
cancelación del denominado Banco laboral (un programa que contempla el pago
del salario de hasta 4.000 empleados enfermos y cuyo coste se estima en unos
400 millones de dólares al año); reducción de las seis semanas anuales de
vacaciones; aumento de la aportación del trabajador al coste del seguro de
enfermedad y las pensiones de los jubilados y reducción de los festivos
pagados de los actuales 16 a 17 por año, a sólo 10 o 12. El rechazo de los sindicatos a este plan y
la negativa de GM a acudir al rescate de su antigua filial han
acelerado el proceso.Delphi pretendía que, en una
operación similar a la acordada recientemente entre Ford
y Visteon, GM se hiciera cargo de 25 factorías que
el constructor de componentes pretendía devolverle al considerarlas de muy
baja rentabilidad. El coste estimado de este plan para el
fabricante de automóviles hubiera ascendido hasta 4.938 millones de euros
según algunas estimaciones. En cualquier caso, asumir los compromisos con los
trabajadores de la filial escindida en 1999, podría costar a GM hasta 5.762
millones de euros. La bancarrota de Delphi
es la decimotercera en importancia en la historia de Estados Unidos y
probablemente arrastrará a la quiebra a numerosos suministradores de menor
tamaño. Esta
clasificación de quiebras está encabezada por Worldcom
-en 2003, con 103.000 millones de dólares de activos- y Enron
-en 2001, 63.400 millones-. Fuente:
elmundo.es |