Con referencia al Día Mundial del Agua que se celebra cada 22 de marzo, es importante que reflexionemos sobre el nivel de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos.

 

SIN GESTIÓN INTELIGENTE NO HABRÁ SEGURIDAD HÍDRICA

 

AUTOR: José Luis Luján Cárdenas.

Con ocasión del Día Mundial del Agua, que se  celebra cada 22 de marzo, es necesario reflexionar sobre el nivel de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH) , luego de 11 años de creación de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y diez de la Ley 29338 de Recursos Hídricos en el Perú.

Según la “Síntesis del Informe Final del proyecto Monitoreo Integrado de las Metas del ODS 6 relacionadas con agua y saneamiento (GEMI) 2017”, el grado de la implementación de la GIRH en el país es de 29 puntos de 100 –siendo el promedio internacional de 45%-, que “se interpreta como de baja implementación” (…) “por lo que se deben de fortalecer las relaciones interisntitucionales”.

El documento agrega que “un tema que no ha podido ser visibilizado en este piloto es de los conflictos en la GIRH, que actualmente marcan la situación del agua en cuanto a gestión, acceso y disponibilidad, en un escenario de cambio climático en el Perú”. Muy cierto: es un termómetro social en relación al consumo humano y respecto al ecosistema, que no se da cuenta de que el problema hídrico es multicausal.

La problemática del agua es compleja y mucho más en sociogeografía nuestra. Y esto se agrava con el crecimiento demográfico, la mayor demanda de alimentos y servicios, el desarrollo de la industria y el consumismo, la centralización, el cambio climático, la corrupción y las malas prácticas ambientales.

Por lo tanto, es imprescindible que “veamos y asumamos el agua como una oportunidad de desarrollo”, según lo sostuvo, en “El encuentro por el agua”, la ministra del ambiente, Lucía Ruiz; y que “el agua sea considerada por el Ministerio de Economía como eje de todas las políticas”, como  lo demandó el titular de la Sunass, Iván Lucich agregando la necesidad de “una hoja de ruta a corto plazo”, reconociendo que “la mayor amenaza de la sociedad y el planeta es la crisis de la gestión del agua”, según expresó el jefe de la ANA, Walter Obando.

Debemos gestionar el agua con visión estratégica, innovadora, multidisciplinaria, sistemática y humana, considerando su efecto social y medioambiental, y no meramente técnico.


Fuente: Gestión, 28 de marzo del 2019.