LA GENERACION Z ENCABEZA LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO EN AFRICA

 

 

El activismo climático en África ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, liderado principalmente por jóvenes nacidos entre los años noventa y los dos mil. A pesar de su impacto en la lucha contra el cambio climático y en la concienciación de sus comunidades, su visibilidad en la esfera internacional sigue siendo limitada. Un claro ejemplo de esta situación ocurrió en 2020, cuando una fotografía de activistas climáticos tomada en el Foro de Davos se viralizó en medios internacionales. En la imagen original aparecían cinco jóvenes, entre ellos Vanessa Nakate, una destacada activista ugandesa. Sin embargo, en la versión difundida por la agencia Associated Press, Nakate fue recortada, lo que desató una polémica que evidenció la exclusión sistemática de las voces africanas en la lucha climática global.

Nakate denunció públicamente lo sucedido, señalando que la omisión de su imagen representaba una forma de invisibilización de los activistas africanos y de sus comunidades, las cuales son de las más afectadas por el cambio climático a pesar de contribuir mínimamente a las emisiones de CO2. Su reacción generó una ola de apoyo y abrió el debate sobre la representación mediática del activismo climático. Si bien la agencia de noticias se disculpó y retiró la imagen modificada, el episodio dejó en evidencia la marginación de los movimientos climáticos africanos en el discurso global. A pesar de estos obstáculos, Nakate ha continuado con su labor, impulsando iniciativas como Rise Up, una plataforma de apoyo para activistas africanos, y siendo una de las principales voces del movimiento Fridays for Future en el continente.

El caso de Nakate es solo una muestra del creciente activismo climático en África. Jóvenes de diversas naciones han asumido un papel protagónico en la defensa del medioambiente, organizando manifestaciones, campañas de concienciación y foros de discusión para exigir políticas más efectivas contra la crisis climática. Aunque sus esfuerzos no siempre reciben la atención de los medios internacionales, su trabajo ha sido clave para movilizar a miles de personas y lograr avances significativos en la agenda climática regional. En 2022, durante la COP27 en Egipto, la juventud africana tuvo por primera vez un pabellón propio, un reconocimiento simbólico de su papel en la lucha climática global y un paso hacia una mayor inclusión en la toma de decisiones sobre el futuro del planeta.

 


Fuente: El País.- pag.6, 06 de febrero del 2025.