PERÚ

LIMA CUMPLE 484 AÑOS: EL TOUR CONTRACULTURAL QUE DEBES HACER EN LA CIUDAD

Lima está de aniversario y, a propósito de ello, compartimos un recorrido alternativo para conocer un poco más de su cultura, gastronomía e historia.

Cuando se habla de hacer turismo en Lima, el centro histórico, Barranco y Miraflores aparecen como las principales opciones para quienes llegan de visita a la ciudad. Pasear por la Plaza Mayor y la Plaza San Martín, recorrer el malecón y el Parque Kennedy, ir a los bares y discotecas barranquinas, son actividades que forman parte del típico itinerario de la mayoría de turistas que aterrizan en la capital peruana.

Sin embargo, hay que decirlo: Lima no solo es lo que se ofrece en los tours de las agencias de viajes. Visitar los lugares mencionados es recomendado (incluso creemos que deben ser paradas casi obligatorias), pero los viajeros deben saber que esta ciudad esconde una cara alternativa, fuera de los circuitos tradicionales, que la convierte en un destino de culto.

En el camino

En este recorrido, los jirones Quilca, Camaná y Carabaya se transforman en la Santísima Trinidad de Lima. En el camino pueden ocurrir milagros: desde encontrar la edición del libro que tanto añorábamos, conseguir el vinilo que estábamos buscando, o descubrir sabores que nunca habíamos probado.

En el 2011, los integrantes de Sonic Youth fueron a comprar vinilos a una de las galerías de Quilca durante su estadía en Lima. Tres años después hizo lo mismo la banda estadounidense Yo la tengo. Es un lugar de peregrinaje para los amantes de la música, pues permite conseguir piezas de géneros tan variados como jazz, rock, reggae, heavy metal, tango, vallenato y todo lo que puedan imaginar.

En ese mismo jirón, aún se mantienen algunos espacios dedicados a la lectura, a pesar de que en el 2016 fueron desalojados los miembros de la Asociación Boulevard de la Cultura Quilca. Este espacio era considerado un refugio de la contracultura. Pero con mucho esfuerzo, decenas de libreros se niegan a que su viejo oficio desparezca, y ofertan literatura, best sellers, ensayos, libros de autoayuda… lo que les provoque leer.

En el cruce de los jirones Quilca y Camaná se encuentra el mítico bar-restaurante Queirolo. Esta taberna, fundada en 1905, ha sido visitada por destacados personajes de la política, la literatura y el arte. Bastión del movimiento Hora Zero, sus instalaciones de inicios del siglo pasado han inspirado diversas obras de ficción. Acá recomendamos probar sus platos criollos, acompañados de una "res" o "media res", como se le llama a la combinación de una o media botella de pisco con ginger ale, rodajas de limón y hielo.


Cuando cae la noche

Barrios Altos, en el Cercado de Lima, es cuna del criollismo y cuenta con imponentes edificaciones republicanas y coloniales, que son vestigio de un pasado que aún se percibe vivo. Aquí se encuentra el cementerio Presbítero Maestro, el primer panteón de la ciudad. Gracias a la Beneficencia de Lima, es posible realizar paseos nocturnos que le pueden pegar un susto a más de uno.

Las visitas se programan cuatro veces al mes e inician a las 7:00 p.m. El recorrido, de aproximadamente dos horas, incluye el ingreso al Museo de Sitio y la posibilidad de caminar, en medio de la penumbra, por los pabellones donde se encuentran los mausoleos de los presidentes Nicolás de Piérola y Ramón Castilla, y las tumbas de escritores como Abraham Valdelomar y Ciro Alegría. Las historias de la Calle de la Muerte nos pueden dejar sin aliento.

Luego de esa experiencia, una buena idea es relajarse en algún bar del centro de la ciudad. De las distintas propuestas, la que recomendamos es La Casona de Camaná. Es un lugar con buen ambiente y buena música, donde los fines de semana suelen haber conciertos tributo o fiestas de música electrónica. Otra opción es el bar Vichama y su onda bohemia, para despedir con buenas dosis de rock la noche limeña.

Publicado en El Peruano, 17 de Enero del 2019.