LOS JUGUETES CELEBRAN LA NAVIDAD

El teatro fue, es y será siempre una de las actividades artísticas más deleitables. Casi siempre, las puestas en escena apuntan hacia un público adulto, sin embargo, ¿cómo es el que se "arma" para entretener a la chiquititud, tan imaginativo y sugestionable, pero también el más exigente? La respuesta la hallamos con el grupo de teatro Palosanto.

En el escenario iluminado por luces convergentes hace su aparición el actor Ismael Contreras para explicarle a su público infantil y adulto cómo funciona la puesta en escena de la obra escrita por Cecilia Zapata, que combina luces y sonido de manera casi mágica.

Los reflectores iluminan alternando colores para dar una sensación de tiempo (día y noche), acompañados por una melodía que se hace más audible cuando la interpreta el Hada de la Navidad, un sugestivo personaje que muda de traje tres veces sin interrumpir su actuación, hasta quedar finalmente vestida del dorado color de la Navidad.
Acompañan a la bailarina, con su traje de luces, el abuelo que viste a la manera de los Húsares, un Arlequín con un gran dominio escénico y la Niña. Todos se mueven o hacen acrobacia al mejor estilo circense, acompañados por una escenografía cambiante y elemental, como sucede en el teatro de cámara.

Al concluir la presentación, el público grande y chico sale satisfecho y gratamente sorprendido porque como final de fiesta, una lluvia de burbujas semejando la nieve, sale expelida de dos aparatos colocados sobre los reflectores laterales.

Paso a paso

El teatro infantil en el Perú ha tenido un largo recorrido hasta llegar a nuestros días. La noticia más antigua se remonta a 1902, cuando la Compañía Baronti exhibía espectáculos para entretener a los niños. En los sesenta hizo su aparición Los Grillos, de la recordada Aurora Colina. Y en los setenta, el actor Ismael Contreras decide crear espectáculos masivos con contenidos didácticos. Para ello, saca su teatro La Abeja a la calle y lo lleva a colegios, barrios y comunidades, haciéndolo también más participativo. Esto debió detenerse en la década de 1990 por la problemática político-social de aquellos años.

Ahora, la nueva empresa se denomina Palosanto y la conforman el actor y director Ismael Contreras, su esposa Cecilia Zapata y su hija Marisa Contreras.

Cecilia, profesora de Educación Inicial y capacitada en Televisión Educativa por la Católica, tiene con La Navidad de los Juguetes, tres obras montadas. Marisa, responsable del original vestuario y directora artística, utiliza componentes del vodevil para enriquecer la obra. En esta oportunidad, es intérprete de las canciones del CD que sirven de playback al Hada de la Navidad. En la elaboración del disco participaron Marisa, Ismael y Jano Herrera (el abuelo).

Marisa Contreras Zapata es bachiller en Artes Escénicas con mención en Escenografía por la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático. Es locutora profesional y estudió canto en Jazz Haus.

"Queremos hacer teatro para las familias peruanas priorizando a los niños con obras originales, con atención especial en la defensa del medioambiente. Todas nuestras obras enfocan de manera directa o tangencial esta preocupación", dice Cecilia.

Con este objetivo, Palosanto ha inaugurado un nuevo horario (sábados y domingos a las 11:00 horas, a pedido de los padres) en el que presentan Zacatapum, escrita por Ismael con base en una nota periodística sobre la preservación de un árbol milenario. Él trasladó la historia a un conventillo en donde alguien, muy predispuesto a la modernidad, decide eliminar el árbol que por décadas acompañó al vecindario, pero son los niños quienes a una sola voz lo impiden. En Zacatapum la música en vivo está a cargo de Juan Diego Rondón.

Palosanto presenta La Navidad de los Juguetes hasta el 22 de diciembre en el Centro Cultural CAFAE-SE (Av. Arequipa 2985, San Isidro). Las funciones son sábados y domingos a las 17:00 horas.

Trayectoria

Ismael Contreras, ha llegado también a la pantalla grande y sus diversas e impecables caracterizaciones las hemos podido apreciar en Maruja en el Infierno, dirigida por Francisco Lombardi; El evangelio de la Carne, del director Eduardo Mendoza y Cementerio General II, de Dorian Fernández-Moris. Recientemente debió dejar tres propuestas para abocarse al Teatro infantil. En el 2021 cumplirá 50 años dándole alegría a los niños.

Publicado en El Peruano,13 de diciembre del 2019.

 

NAVIDAD NEGRA E INTEGRACIÓN

Las fusiones culturales traen nuevas formas de expresar un solo sentir. El sincretismo que nace de este fenómeno social propicias expresiones originales de tradiciones antiguas, esto representa la Navidad Negra.

La Navidad se ha convertido en una de las fiestas universales por excelencia, ello por la fusión cultural de las diversas manifestaciones del mundo, incluyendo el variopinto bagaje cultural del Perú.

Esto ha propiciado un sincretismo que imprime el carácter peruano a las tradiciones de la navidad cristiana, así nacen nuevas costumbres, pero también aparecen manifestaciones que recogen expresiones clásicas de la fiesta navideña y le agregan, uniendo, pero no fusionando, elementos propios del país.

Es así como la Navidad Negra surge de la manifestación cultural afroperuana de la Navidad. Esta expresión artística tiene la particularidad de representar doblemente una fusión cultural: la cultura peruana con la afro, y esta con la celebración cristiana del nacimiento de Jesús.

Origen tradicional

La directora del Ballet Folklórico de Lima, Teresa Palomino Ormeño, relata que esta tradición nace en Chincha. "Se le dice negra porque se hizo entre los negros del norte de Ica; con algo de influencia andina, por la presencia de las pallas negras".
Teresa recuerda cómo su abuela le relataba sus anécdotas de niñez, cuando en su tierra la gente celebraba esta fiesta que se caracterizó por dos danzas afroperuanas que hasta ahora la identifican: el atajo de negritos y las pallas negras.

"El homenaje que hacían los chicos de los pueblos de Chincha era ir cantando y bailando esta danza de casa en casa, para adorar al niño y así caminar por todo su pueblo con esta expresión de música afroperuana", expresa.

Este legado cultural lo llevó Teresa al barrio de Santa Cruz, en Miraflores, cuando se mudó a la capital, ahí descubrió un nuevo espacio para compartir las tradiciones de su gente.

"Yo formé un grupo en mi barrio para entretener a los chicos con ocupaciones positivas, porque yo venía de la escuela de Victoria Santa Cruz y me pidieron formar a los estudiantes del colegio del barrio. Cuando ganamos, las mamás se animaron y me pidieron formar el grupo".

"Ensayábamos en el teatrín de Miraflores, hasta que cumplimos 15 años. Un día invité al doctor Andrade a la celebración y, al día siguiente, me convocó para hacer el mismo trabajo en la Municipalidad de Miraflores y, después, en la de Lima".

De esta forma, hace 25 años, Palomino Ormeño establece el Ballet Folklórico de Lima, con el que ha formado a jóvenes generaciones en la diversidad musical del Perú. Y la Navidad Negra no podía quedar fuera de su menú, por eso la realiza desde hace 18 años.
Ahora, a sus 83 años, sigue buscando formas novedosas de impactar en su público, como lo hizo desde el inicio de este proyecto.

Mantener la esencia

"Se han hecho pequeñas variaciones, pero se mantiene la esencia con la ayuda de profesores que hacen innovaciones. Por eso cada año efectuamos algo diferente", comenta.

La presentación artística pone en escena un desarrollo progresivo. Se inicia con géneros musicales clásicos, para después incursionar –con algunos matices teatrales– en el vals criollo, el pregón, festejo, zapateo, carnaval de Arapa, hasta terminar en el atajo de negritos y las pallas negras.

"Siendo un musical de cultura afroperuana, le damos apertura a otros géneros de nuestra música, para que los chicos aprendan de todo, pero remata y cierra la Navidad Negra", explica Teresa Palomino.

Con esta incorporación de las diversas manifestaciones artístico-culturales que tiene el país, la obra quiere expresar que las fiestas navideñas son universales.
"Compartimos la Navidad de forma original, a nuestra cultura le damos elementos cristianos, afrocristianos", comenta entre sonrisas. "De esta forma, hacemos ver a la gente que el afro siempre estuvo y salió adelante".

Con este trabajo, Teresa Palomino promueve los valores propios de la Navidad, ya que amalgama unidad, solidaridad, integración y fraternidad, sin distinguir ni diferenciar las condiciones de cada persona.

"Lo que buscamos transmitir es la unión y el cariño entre todos, que nos miremos de igual a igual, que no miremos nuestros colores ni razas. Quiero la unión entre los jóvenes y que ocupen su tiempo en acciones positivas", reflexiona Teresa.

Presentación a fin de año

El Ballet Folklórico de Lima presentará la Navidad Negra, dirigida por Teresa Palomino Ormeño, el 27 y 28 de diciembre en el teatro Municipal de Lima. Se mostrará al público una diversidad de expresiones musicales, algunas de estas en directo. También participará el cantante Marco Romero.

Publicado en El Peruano,12 de diciembre del 2019.