FORD ANUNCIA CIERRE DE OPERACIONES EN BRASIL ANTE RESTRUCTURACIÓN

 

 

El cierre de las plantas afectará a unos 5.000 empleados, dijo el portavoz de Ford. La empresa ya inició conversaciones con sus sindicatos sobre los despidos.

Tras un siglo de operaciones, Ford Motor anunció este lunes 11 de enero que cerrará sus tres plantas en Brasil como parte de un plan de reestructuración en América del Sur, región a la que abastecerá desde Argentina, Uruguay y otros mercados.

La medida debe causar un impacto de 4.100 millones de dólares, ya que la pandemia de la COVID-19 amplificó el uso de la capacidad de fabricación de la compañía.

Los funcionarios de Ford también precisaron que estos cierres son parte de la estrategia de la firma para lograr márgenes operativos globales del 8%.

“Sabemos que estas son acciones muy difíciles, pero necesarias para crear un negocio saludable y sostenible”, dijo Jim Farley, presidente ejecutivo de la compañía estadounidense, en un comunicado.

“Nos estamos moviendo hacia un modelo de negocio esbelto y con pocos activos al cesar la producción en Brasil”, detalló.

La producción cesará inmediatamente en las plantas de Camaçari y Taubaté, mientras que la producción de algunas piezas continuará durante unos meses para respaldar los inventarios de posventa. La planta de Troller, en Belo Horizonte, operará hasta el cuarto trimestre.

Los voceros han señalado que la reestructuración global comprenderá una inversión total de 11.000 millones de dólares y que las acciones cerraron en más del 3%.

Por su parte, TR Reid, portavoz de Ford, señaló en una conferencia telefónica con la prensa que esta medida afecta a unos 5.000 empleados. Asimismo, trascendió que ya se ha iniciado conversaciones con sus sindicatos y otros sobre los despidos.

Las ventas de vehículos industriales cayeron un 26% en Brasil en 2020 y no se espera que repunten a los niveles de 2019 hasta 2023 con un énfasis en las ventas de flotas menos rentables, agregó la firma.

El Ministerio de Economía del país lamentó esta decisión y precisó que estas operaciones reforzaban la necesidad de reformas para mejorar el clima empresarial.

La Federación de Industriales del Estado de São Paulo (Fiesp) se sumó a este sentir. “La decisión es una consecuencia de la falta de una agenda que mejore el ambiente de negocios y aumente la competitividad de los productos brasileños y es una una advertencia para Brasil”, señaló.

 

 

 

 

Publicado en La República, 11 de enero del 2021.