MOROSIDAD DEL CRÉDITO SUBIRÍA HASTA 10.3% EN PRIMER TRIMESTRE DEL 2021

 

 

En un contexto de deterioro económico y disminución del empleo, las reprogramaciones de créditos contuvieron el crecimiento de la morosidad en el sistema financiera.

Sin embargo, el último informe de Estabilidad Financiera del Banco Central de Reserva (BCR) prevé un aumento de los indicadores de morosidad en los siguientes meses, especialmente por eventuales atrasos de los deudores más afectados por el confinamiento social.

La SBS reconoció la semana pasada que aún hay incertidumbre sobre la evolución de la mora, que se irá disipando en tanto vayan concluyendo los periodos de gracias otorgados para el pago de los créditos.

A setiembre del 2020, la cartera atrasada del total de créditos otorgados por las entidades financieras representó el 5.4%. En particular, en ese mismo periodo, la mora de los préstamos a empresas fue de 5% y de 6.2% para los créditos a las familias.

El informe del BCR analiza el comportamiento de la morosidad del sistema financiero en dos escenarios probables.

Así, en el escenario base, que asume que el PBI se contraería 12.7% este año y que crecería 11% el siguiente, el BCR proyecta que el ratio de mora se ubicaría alrededor de 10.3% en el primer trimestre del 2021. Luego, por la recuperación de la economía, seguiría una trayectoria decreciente y cerraría el año en un nivel de 8.3%.

Si en cambio se presenta un escenario adverso o de estrés (recuperación más lenta del PBI que en el escenario base) se observaría un mayor deterioro de la cartera de créditos, estima el BCR.

Y es que el menor dinamismo de la economía incidiría en un menor demanda de crédito y en una probabilidad más alta de incumplimiento de pago, dice el estudio.

Segmentos

Por el lado del financiamiento a las personas, el incremento de los malos créditos se ha dado principalmente en el segmento de consumo, tanto en los préstamos de libre disponibilidad como en las tarjetas de crédito. La morosidad de esta últimas subió 8.1% a setiembre del 2021.

Ante el mayor riesgo de impago, las instituciones financieras optaron por reducir las líneas de crédito de las tarjetas a sus clientes con mayor riesgo e incluso las han cancelado para aquellos con peor historial crediticio, indicó el Banco Central.

Asimismo, en los últimos meses disminuyó el número de nuevos plásticos colocados.

Entre setiembre de 2019 y setiembre de este año, cayeron en 240,000 las tarjetas de crédito en el mercado.

Según el informe, las políticas crediticias más conversadoras junto con una menor demanda de préstamos se tradujo en una contradicción de la deuda promedio de las familias, especialmente en las carteras de consumo de los grandes bancos. En el caso del financiamiento a las empresas, a partir del segundo trimestre del año se registra un incremento del monto de la cartera morosa de los créditos a las mypes y a las medianas empresas.

El confinamiento por el covid-19 afectó a los sectores informales de la economía, y en mayor grado a las mypes, que recurrieron a las programaciones de sus deudas.

Algunas de estas empresas de menor tamaño no han logrado recuperar su capacidad de pago, refiere el estudio. Aunque también destaca que desde junio se viene acentuando la menor demanda por reprogramaciones.

El BCR recomienda a las entidades especializadas en consumo y a las no bancarias a fortalecer su base patrimonial y alcanzar mayores niveles de eficiencia.

 

 

 

Publicado en Gestión, 21 de diciembre de 2020.