EL DAÑO ASESTADO AL SISTEMA PRIVADO DE PENSIONES

 

Al hacer un balance del sistema privado de pensiones durante el 2021, uno queda pasmado al observar el descalabro causado por la seguidilla de retiros anticipados aprobados por el Congreso entre el 2020 y el 2021. Es cierto que la pandemia exigía del despliegue de policía inmediata expertas, mi familia, si estuvieran que dieran acceso a liquidez, dada la paralización abrupta de las actividades y en ese contexto podría recurrirse de forma excepcional y focalizada los ahorros que los afiliados tenían en sus a AFP.

Es importante poner énfasis en los criterios de excepcionalidad y focalización. Respecto al primer punto, si bien el dinero es la propiedad del afiliado, cierto es también que esto forma parte de los aportes obligatorios en el marco del aseguramiento social,  cuya atención se destina exclusivamente a abordar los riesgos de menores ingresos en el periodo de jubilación. Sin embargo, si se decidiera por atender la emergencia de corto plazo, una buena política pública debía abordarse con mesura para no afectar el financiamiento a la vejez.

En otro tanto, era necesaria la focalización de la medida para complementar el criterio de excepcionalidad, pues ésta debía estar dirigida a atender a los que enfrentarán mayores riesgos financieros. Además, en esta misma línea, se debía tener en cuenta si los trabajadores recibían otros flujos de liquidez, como el del acceso al 100% CTS. Al final, como nada de lo anterior se hizo, se determinó desvirtuando el propósito de la medida, dándose prioridad al aplauso fácil que resulta de la debilidad que tenemos los seres humanos por el consumo presente.

Es en este marco de populismo desproporcionado que se aprobaron 6 dispositivos legales que autorizaban el retiro anticipado de las Cuentas de Capitalización Individual por importe que no soportaban ningún criterio económico ni social. De hecho, una vez y otra vez el BCR, la SBS y el MEF, explicaron a los congresistas el despropósito de lo que se pretendía aprobar. Sin embargo, se pudo constatar el desprecio absoluto que estos mostraron por la abundante evidencia y conocimiento que se le presentaba.

Así, “En nombre del pueblo” Y sin mediar ningún análisis costo beneficio. Se aprobaron retiros que, por ejemplo en algunos casos permitieron que el afiliado retirar el 25% de sus ahorros; y, en el último retiro, se habilitó que se accediera a más de S/.17,000 para tener una idea de la irracionalidad de la política, el último retiro significó que algunos afiliados se hicieran con importes que equivalían cerca de 20 salarios mínimos o más de 15 salarios promedios de Lima metropolitana. Al final todos los retiros anticipados aprobados generaron la salida de S/.66,000 millones del sistema, Lo que equivale a 9% del PBI. Para dejarlo más claro. Antes de marzo del 2020, este monto equivale a más del 25% del PIB, y hoy, al cierre del 2021, es de 16.4%.

Más allá de que los recursos retirados del sistema pudieran haber sido utilizados para fines muy respetables, Es importante subrayar que el costo de oportunidad de incurrido por el afiliado ha sido perjudicial para este. Así, por ejemplo, es altamente importante que un emprendimiento genere la rentabilidad de 11.4% anuales que han brindado la AFP. De hecho, de acuerdo con varios estudios, sólo uno de cada 10 emprendimientos tiene éxito. Y en otro lado, Los ahorros del sistema bancario en el mejor de los casos es la mitad que el que dan las AFP.

Esta hemorragia de recursos ha significado que más de 5. 4 millones de afiliados hayan quedado con nada dinero en sus cuentas; y en promedio, aquellos que retiraron y dejaron saldos han disminuido sus tasas de reemplazo alrededor de 25 puntos porcentuales. Todo esto implica que más pronto que tarde, esta situación terminará presionando al sector público y privado. Al primero, con mayores recursos fiscales ante la elevada cantidad de personas que tendrán poco o nada para la vejez, Y,  por el lado privado, la ausencia de recursos que experimentarán los que lleguen a la jubilación, significará que la capacidad financiera de los hijos se vea reducida para atenderlos. algunos dirán que así ha sido siempre, pero no es verdad. Al día de hoy, ya hay menos descendientes para “repartirse la factura” de los ancianos, debido a la reducción de la tasa de natalidad; y, en otro tanto, los futuros jubilados vivirán más tiempo, ante el incremento de la esperanza de vida. Es decir, un doble golpe financiero a las futuras generaciones.

Y otro aspecto Sobre el que nuestros hacedores de política deberán es el impacto macroeconómico que nos trae esta disminución del ahorro a largo plazo. El retiro del 9.0% del PIB y del sistema privado de pensiones, Reduce tremendamente el mecanismo de crecimiento económico. De acuerdo con diferentes estudios el sistema de pensiones durante estos casi 30 años de existencia ha contribuido con aproximadamente 0.5 puntos porcentuales del crecimiento anual cada año. Y no solo ello, también ha permitido que la tasa de pobreza sea hoy 3 puntos porcentuales más baja. Sumemos a todo esto el impacto de este mayor ahorro sobre la reducción del costo de financiamiento y el alargamiento de plazos, que ha beneficiado a tantas familias. Todo este círculo virtuoso ha perdido fuerza como consecuencia de un conjunto de irresponsables que no atendieron ninguna advertencia.

Y lamentablemente, el país se sigue viendo enfrentado a los mismos riesgos de irresponsabilidad política. Hoy en el Congreso vuelven a circular medidas que buscan la forma de permitir mayores accesos anticipados a los fondos. Todas estas iniciativas cuentan con el mismo modus operandi: dicen querer beneficiar al pueblo; no cuentan con análisis técnicos sólidos y siguen mostrando el mismo desprecio por el conocimiento. En este escenario, será muy relevante que se logren consolidar las pocas voces sensatas dentro del Congreso, el Ejecutivo, al SBS y el BCR para detener mayores daños a un motor que ha sido la clave de crecimiento económico sostenido y que es la única base realista para construir prosperidad a largo plazo en el país.

 

 

Publicado en Gestión, 03 de diciembre del 2021.