PROYECCIONES DE CRECIMIENTO PARA EL 2023 SE SIGUEN REDUCIENDO

 

 

Lejos de una mejora en la actividad económica para el próximo año, como lo prevé el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Banco Central de Reserva (BCR), que estiman un avance ligeramente mayor al de este año, el consenso del mercado ve una economía con un crecimiento más débil.

El último reporte LatinFocus Econmics, mostró que, en promedio, el consenso del mercado espera que el PBI crezca solo 2.3% en el 2023, tasa que está por debajo del 2.6% que estima para este año.

Esta proyección se ha reducido ligeramente, en 0.1 puntos porcentuales, respecto del 2.4% que se tenía hasta octubre pasado.

Así, la tasa promedio del consenso es menor que la estimada por el MEF, que en la última actualización afirmó que ahora espera que la economía crezca en un amplio rango de entre 3.1% y 3.9%.

En el último Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2023-2023 el estimado era de 3.5%. El BCR también espera un crecimiento superior al consenso, con una tasa de 3%.

"El ritmo de crecimiento del PBI debería moderarse en el 2023, ya que las presiones persistentes sobre los precios y las tasas de interés más altas restringen el gasto de los consumidores", se refiere en el reporte.

Además de esto, explica que la incertidumbre política prolongada seguirá pesando sobre la inversión privada.

Sin embargo, preciosa que se podría crecer más si es que se incrementa el gasto fiscal; mientras que considera como uno de los riesgos a la baja un contexto internacional global más sombrío de lo esperado.

Poca inversión privada

El director de Phase Consultores, Juan Carlos Odar, reafirmó las proyecciones del consenso, pues considera que el crecimiento del próximo año estará más pegado al 2%, explicado porque el país convive con tasas de interés más altas, sumado a que en el 2023 desaparecerán los factores extraordinarios, como los retiros de los fondos de las AFP y CTS, que dinamizaron el consumo durante el 2022.

En el tema externo, la economía mundial ha incrementado sus riesgos, dijo.

"Estamos partiendo de ese escenario más complicado, en el cual no hay factores locales que impulsen la economía, más allá del gasto público que busca dinamizar el Gobierno a través de inversión pública. Se confía mucho en ese motor y poco en la inversión privada", afirmó.

Odar refirió que, a nivel interno, la economía peruana depende principalmente de la inversión privada, la cual no tiene motores predecibles en estos momentos.

Esto último porque la tasa de interés es alta, lo que disuade los proyectos; además de que en la minería, luego de la culminación de la construcción del proyecto minero Quelleveco, no se tienen nuevas inversiones grandes, precisó el economista.

 

Publicado en Gestión, 18 de noviembre de 2022.